Hoy el rey Emérito I, antes conocido como Juan Carlos, ha reconocido públicamente que ha estafado a todos los españoles. ¿Cómo? Pues dejando de declarar a Hacienda un dinero del cual ha dispuesto él y su familia durante años. Y ya se sabe, Hacienda somos todos y con el dinero de los impuestos se pagan hospitales, escuelas, carreteras, vacunas de la COVID, las pruebas PCR que se hacen en la sanidad pública... Por lo tanto, si usted pertenece al sistema tributario español, cuando se encuentre su majestad paseando por el desierto arábigo, ya sabe a quién tiene que reclamarle todas las prestaciones que durante este tiempo no ha podido percibir por su culpa. ¿Y, de qué cantidad estaríamos hablando? De momento sólo sabemos el importe de la multa: 678.393,72€. Lo siguiente que deberíamos saber es con qué dinero la ha pagado. Pero antes, por cierto, habría que recordar que de momento de pedir perdón, nada de nada. Ni él ni ninguno de sus familiares, los que han estado años usando alegremente las famosas tarjetas black que dan origen a esta apasionante historia.
Y me quiero detener en el origen del dinero del pago de la multa porque creo interesante saber de donde ha salido. Sí, porque si estos 678.393,72€ de la multa fueran, supongamos, un 10% del total del dinero defraudado, la cosa le compensaría al Emérito y a sus familiares. Y mucho. Claro, se habría llevado (sólo por este negocio) un total de seis millones setecientos ochenta y tres mil novecientos treinta y siete euros con dos céntimos. Y habría pagado estos seiscientos setenta y ocho mil trescientos noventa y tres con setenta y dos y, por lo tanto, le quedarían seis millones ciento cinco mil quinientos cuarenta y tres euros con cuarenta y ocho céntimos. Una cantidad que no está nada mal para que tú y tus nietos se puedan seguir pagando algunos caprichos menores.
Y si fuera así, en este caso lo que habría que saber es de donde ha salido todo este dinero negro del que han ido tirando las tarjetas durante tanto tiempo. Y eso quiere decir que el rey Felipe VI tendría que salir a explicárnoslo. Para evitar malentendidos.
Pero supongamos que los seiscientos setenta y ocho mil trescientos noventa y tres euros con setenta y dos céntimos de la multa es el importe total del fraude. Vaya, que lo habría vuelto todo. Perfecto. Y muy loable. Ahora bien, ¿en este caso de donde ha sacado el dinero? Porque su sueldo oficial, aquello que nos explican siempre que "España es la monarquía más barata de Europa", era de unos 200 mil euros anuales. Haciendo una multiplicación rápida sale que ahora habría pagado de golpe el equivalente a su sueldo de más de tres años. Enterito. Justo en un momento en que vive fuera de España y está pagando su estancia en algún lugar de los Emiratos Árabes, donde las tarifas no son precisamente ajustaditas. Porque aquello se lo paga él de su bolsillo, ¿no? Claro, huyó... ¿O se lo paga el Estado? ¿No, verdad? ¿O quien afloja la mosca son sus amigos? Y en este último caso. ¿A cambio de qué? Y eso nos lo tendría que explicar el rey Felipe VI. Para evitar malentendidos.
En resumen, ahora que la Familia Real ha reconocido haber defraudado a todos los españoles (defraudado en el sentido de decepcionar y en el de no pagar impuestos) alguien nos debería explicar cuál ha sido el importe total de lo que se han gastado con las tarjetas opacas, quién se ha beneficiado de ellas y de dónde ha salido el dinero para pagar la multa. Porque con el sueldo que tenía oficialmente el Rey Emérito no es tan sencillo tener en el banco 678.393,72€. Y eso nos lo tendría que explicar el rey Felipe VI. Para evitar malentendidos.