Algún día alguien tendrá que recopilar todas las mentiras, intoxicaciones, falsificaciones, manipulaciones e invenciones variadas creadas por el Estado, publicadas por sus medios amigos y relacionadas con el procés. Debido que para publicar una versión en papel habría que cortar todos los bosques del planeta, mejor hacer directamente la versión digital. Calculo que ocuparía unos mil yottabytes. Teniendo en cuenta que cada yottabyte es equivalente a mil billones de gigas, creo que tendríamos bastante memoria para hacer la versión reducida. La que sería de bolsillo, como si dijéramos.
Y en esta recopilación, tendrá un espacio destacado el famoso caso conocido como el de la incineradora de Sant Adrià del Besòs y que hoy ha desmontado la justicia española radicada en BCN. No el 13, por supuesto, pero sí el juzgado 22. ¡Imagínese cómo debió ser la cosa!
¡Ah, cuántos recuerdos! Qué titulares más bonitos vimos en su momento. Y qué informaciones más entrañables pudimos leer. El argumento era que "los Mossos de Trapero" (así eran descritos) habían intentado hacer desaparecer el rastro de centenares de documentos comprometedores que demostraban actuaciones muy ilegales, feas y malas.
Recuerdo con una pasión especial aquella entrañable pieza donde se afirmaba que los Mossos habían intentado llevar a quemar la nota original de la CIA, la famosa The Nota, en la que se avisaba de los atentados de BCN y Cambrils. Una pieza donde todavía ahora hay escrito que querían destruir la nota porque "había mucha prisa para deshacerse de ella". Como si The Nota no pudiera romperse en trocitos y quemarse en un cenicero de cualquier despacho... No, era mejor pasearla por toda la ciudad en una furgoneta y llevarla a un lugar donde alguien la pudiera encontrar.
Pero todavía recuerdo con más pasión otra pieza donde se intentaba relacionar la quema de documentos con una delirante red de espionaje que tenía... "¡¡¡pisos francos!!!".
Y en estos pisos... ¡ufff, las cosas que pasaban allí!
Pues al final resulta que esos documentos y todo el resto de documentos no eran papeles híper secretos obtenidos ilegalmente por una trama de seres verdes con antenas llegados de otros planetas sino que eran unas hojas sin ningún valor.
Naturalmente quien publicó todo aquello, entre hoy y mañana publicará rectificaciones y pedirá perdón por haber mentido sabiendo que mentía. Seguro. Vaya, puedo poner la mano en el fuego que eso será así. No, espere... qué digo la mano... ¡¡¡las DOS MANOS!!!
¿Ah por cierto, usted no sabrá de algún especialista en quemaduras de primer grado? No, por si acaso.