Efectivamente, la sociedad está totalmente dividida. Concretamente entre los que nos tenemos que justificar para evitar al máximo que manipulen lo que decimos y escribimos y los que tienen carta blanca para decir y escribir las barbaridades que quieran y nunca les pasa nada. Ni siquiera una pequeña querellita sin importancia que sirviera para que visitaran los juzgados que otros conocemos tan bien. Por lo tanto, repetiré lo que ya ha quedado escrito otras veces: no estoy en absoluto de acuerdo con algunas de las cosas que ha escrito el president Torra y creo que podría haberse ahorrado la asistencia a algunos homenajes. Y también creo que algunas de las cosas que se le atribuyen son manipulaciones de frases sacadas de contexto. Y no, no lo considero un supremacista, ni un xenófobo, ni todo lo que se le ha llamado estos días. Y todavía creo más: hay unos cuantos (y unas cuantas) que van demasiados creciditos (y creciditas) y que tendrían que calmarse. Si ya sé que ahora todo vale para darle sabor al caldo, pero tirar a la olla ruedas de molino e indecencia intelectual es pasarse de la raya.
Hecha la aclaración pertinente, hoy es uno de aquellos días que dudas si escribir del tema que crees que debes escribir. Te planteas no decir nada porque citarlos es hacerles propaganda, pero al final piensas: esto se tiene que denunciar y la gente tiene que saber a qué juego están jugando algunos y hasta dónde están dispuestos a llegar.
Hace días que el president Torra es insultado por tierra mar y twitter (la frase es de Carles Capdevila). Y de una forma y manera absolutamente desbordada. Es un concurso a ver quién lo insulta más y con más odio, racismo, xenofobia, supremacismo y rabia. A él y a los catalanes en general. Y lo más interesante es observar que quien lo hace, dice que lo hace para denunciar el odio, el racismo, la xenofobia, el supremacismo y la rabia que dicen que el president manifiesta en la ya famosos tuits y los no menos famosos artículos. Tanto da que el 99% de los que se apuntan a la destrucción sin piedad de la persona ni se hayan leído los tuits ni se hayan leído los artículos. Algunos por falta de tiempo, otros por pereza y muchos porque van justitos de comprensión lectora y quizás les reventaría el cráneo.
Pero como al vertedero no paran de llegar camiones llenos y la montaña de basura siempre aumenta, así fue como hace unos días un individuo que actualmente publica en el diario ABC publicó este tuit.
Los círculos negros encima de la cara de los familiares del president los he puesto yo. Él publicó la foto tal cual, usando la discapacidad de una de las hijas de Torra para atacarlo a él. La jugada era tan repugnante que incluso algunos usuarios de su cuerda se lo reprocharon. Tertsch, como es de los que no tienen medida cuando se pasan de la raya, todavía se hizo el machito:
Como habrá comprobado, el nivel es tan elevado que un señor que pasa por ser capaz de hacer sujeto, verbo y predicado es incapaz de saber que el apellido del president es Torra y no Torrá. Bien, el caso es que al ilustre tuitero le llovieron muchas críticas, algunas tan memorables que insultaban a los catalanes indepes, a los unionistas, a los equidistantes y a los que no son ninguna de estas cosas. E incluso a los que no están todavía en Catalunya...
Sí, esta foto también la he tapado yo con un círculo porque el autor del tuit la sacó de la cuenta de la niña y la colgó tal cual. Total, que la cosa debió complicársele tanto al señor Tertsch que acabó borrando el tuit sin decir nada y como si nada hubiera pasado. Eso demuestra que más que un milhombres es un mildodotis. Pero la foto ya estaba en la red y unos cuantos trolls profesionales aprovecharon para demostrar qué tipo de gente son:
A ver, poco podíamos esperar de desperdicios humanos que aprovechan el anonimato para humillar a una niña con una discapacidad física que, por cierto, ha tenido que cerrar su cuenta en twitter por culpa del acoso. Ahora bien, de alguien que se hace decir periodista y que publica en un diario como el ABC tendríamos que esperar un poquito más de nivel humano, ¿no? ¿Tanto odio acumula Hermann Tertsch que tiene que humillar a una niña enferma para poder criticar al padre de la criatura? ¿Tan bajo es su nivel neuronal que tiene que caer en esta bajeza? ¿Y tan cobarde es que después tiene que borrar el tuit sin pedir ni disculpas?
Pero es lo que le decía, en una sociedad totalmente dividida nadie avisará a Hermann Tersch de que cuando te pasas de la raya, es mucho mejor dejar el móvil y twitter bien lejos de ti.