Inés Arrimadas fue el otro día a 13TV. Y, contestando una pregunta de Paco Marhuenda sobre Catalunya, dijo lo que puede escuchar a partir del minuto 29.54:

Hoy, Mònica Terribas (Matí de Catalunya Radio) ha llamado por teléfono a Inés Arrimadas para hablar de estas declaraciones. Y ésta ha sido la parte de la conversación en que se ha hablado de la cuestión. Sí, son seis minutos y medio, pero le recomiendo que se los escuche.

 

 

Por cierto, el tuit de Jordi Turull que cita Arrimadas es este...

 

El argumento de Arrimadas es que se la ha malinterpretado. Que ella en 13TV dijo que lleva escolta, pero que en ningún momento dice, tal como han afirmado muchas personas, que en Catalunya hay violencia. Y efectivamente no lo dice. Dice: "soy consciente de la gravedad porque la vivo. Llevo escolta en Catalunya porque sabemos lo que pasa en Catalunya".

Si juntamos "gravedad que vivo", "escolta" y "ya sabemos lo que pasa" es evidente que, como dice ella, no está hablando de guerra civil ni afirma que eso sea Siria, pero la interpretación más probable cuando escuchas las tres expresiones seguidas no es que Catalunya es un inmenso Port Aventura donde llueve confeti.

En cambio si tú dices "escolta" y "protocolo de seguridad de la conselleria de Interior" es mucho más fácil que la gente interprete que estás diciendo que hay cargos políticos en Catalunya que tienen que tener una cierta protección, pero no porque exista un clima de violencia generalizada en la calle.

Y también es evidente que es más normal que te llamen de una emisora para hablar del alboroto originado por las interpretaciones sobre sociedad fracturada y violencia que para preguntarte por una propuesta sobre libros de texto. ¿Los libros de texto no son importantes? Sí, lo son, pero no son noticias comparables. Y la prueba es que un malentendido sobre libros de texto no genera el pollo que han generado las declaraciones en 13TV.

Pero volvamos a los escoltas y a la violencia. En este país hay mucha gente con una cara más o menos conocida que ha sido amenazada de muerte. Por teléfono fijo, por móvil, por sms, con anónimos recibidos en su casa o de familiares, yendo por la calle... Y algunos se han tenido que ir unos cuantos días de su casa por recomendación policial y por si acaso. Y, quién más quién menos ha sido insultado en público, en una tienda, por la calle, en privado... Aquí y paseando por Madrid. Y pasa con políticos, con periodistas, con famosos en general y con gente de muchos ámbitos. Y más de uno se sorprendería de la cantidad de gente que va por el mundo con seguridad privada que se paga de su bolsillo.

¿Eso quiere decir que hay violencia? Sí, como en todas partes. Vivimos en una sociedad violenta. ¿Estoy diciendo que no se atacan sedes de partidos? No. Se atacan. Más de los que se dice. De todos los partidos. Y de asociaciones diversas. Y, ¿son hechos condenables? Evidentemente. Como cuando se amenaza de muerte a periodistas delante de la policía. Como cuando se amenaza de muerte a gente en Twitter. La violencia siempre es condenable. La ejerza quien la ejerza.

Sin embargo, volvamos ahora a la interpretación. Cada persona es una interpretación. Yo puedo interpretar que una señora me giña un ojo y se emociona de verme y resulta que la realidad es que le ha entrado polvo y se le ha irritado el ojo. Y si yo le digo que tiene dos ruedas, un par de pedales, un asiento y un manillar, lo más probable es que usted me diga que le estoy hablando de una bicicleta y no de un microondas. Después yo puedo decir que hay microondas a pedales y que usted me ha malinterpretado, pero reconozcámoslo: costará mucho creerme.

Pues eso. Que si quieres que te entiendan que estás hablando de microondas, no describas una bicicleta.