Hoy radiopolítica. Con Xavier Domènech, el candidato de Catalunya en Comú-Podem entrevistado en el programa de Jordi Basté (RAC1).
Uno de los clásicos más clásicos de las campañas son las entrevistas de los dos programas matinales de radio a los candidatos. Del grupo parlamentario más pequeño el primer día al mayor el último. Normalmente son a las nueve y media y eso hace que sea imposible que las dos emisoras sigan la misma frecuencia. A ver, es cierto que los candidatos hacen de todo, pero todavía no han conseguido estar en dos lugaresa la vez y respondiendo preguntas diferentes de personas diferentes. Pues, lo que le decía, que hoy tocaba el lado mar de la Diagonal. Próximamente tocará el lado montaña.
Hemos llegado a la hora de la tertulia. Dos de los participantes estaban en el estudio, otro en los EE.UU. y el cuarto en Galicia. Y Jordi Basté, confirmando el tópico, estaba con su móvil. Domènech ha llegado muy puntual. Quizás demasiado porque ha tenido que esperarse un rato.
Cuando ha entrado en el estudio, se ha sentado en la silla de al lado de Basté. La de su izquierda. En las sillas de público, se han instalado las cuatro personas que lo acompañaban, un redactor y un cámara de La Sexta, un fotógrafo y los dos pesados de El Nacional.
Domènech ha pedido un café y, cuando se lo ha acabado, se ha dedicado a martirizar aquel palo de plástico transparente que sale en las máquinas para remover el azúcar. Y mucho. No ha parado de morderlo todo el rato.
Y ya entrando en la cosa, sobre Sijena ha dicho que el problema es un 155 que se ha aplicado de manera tal que tenemos el Gobierno intervenido y ha aprovechado para enviar recuerdos al PSC por esta cuestión, pero sin citarlo directamente: "Hay partidos que le han dado apoyo a cambio de nada porque no habrá reforma constitucional".
Después ha sacado la máquina de la equidistancia para recordar que "No daremos apoyo a ningún gobierno que apueste por la unilateralidad ni por el 155". Y, colgando de eso, ha aparecido el posible tripartito de izquierdas. Y, de rebote, la famosa cena de finales del agosto pasado en casa de Jaume Roures. El productor televisivo reunió aquel día Oriol Junqueras, Pablo Iglesias y Xavier Domènech en su domicilio. Según Esquerra porque "es bueno hablar con todo el mundo y, sobre todo, que lo hagan dos de los principales afectados por la guerra sucia del Gobierno". Según Roures no fue ninguna cena secreta y entre dos personas a quien ya conocía antes de que se dedicaran a la política. I Mariano Rajoy interpeló tres días después sobre la cuestión a Iglesias durante una sesión en el Congreso de los Diputados preguntándole: "¿Qué hacía usted con el señor Roures y el jefe del señor Tardà?" (...) "Creo que es importante que lo sepa la Cámara porque puede tener consecuencias políticas, sobre todo en Catalunya". Aquel día, la respuesta llegó de la portavoz parlamentaria de Podemos, Irene Montero: "Fue una conversación más sobre la situación de España". La versión de Domènech de hoy ha sido que "todo el mundo ha explicado un montón de cosas de lo que se cocinó allí, pero sólo éramos cuatro, y yo era uno de ellos". Como diciendo aquello de "mire, la verdad sólo la sabemos los que fuímos"...
Basté ha insistido con el posible tripartito 3 y el candidato entonces ha dicho una cosa que, sacada de contexto, da para mojar unos cuantos panes de kilo. Su modelo de gobierno plural sería un formato con personas como Núria Parlón, David Fernandez y Joan Tardà. Consciente de cómo podría acabar derivando aquella manifestación, rápidamente ha dicho que era un ejemplo de gente de izquierdas con quien se podría entender.
Y aquí ha llegado el momento que, para mí, ha sido el más sorprendente. ¡Ha defendido la figura de Tarradellas! Desde la vertiente de quien consiguió cosas que en aquel momento parecían imposibles y aplicándolo a la situación actual y de cara a desencallar situaciones. ¿Interesante, no cree? Y original.
Al final de la entrevista Basté le ha sacado el tema de la presencia de Ada Colau en el "Sálvame de luxe" del sábado. Me he vuelto a escuchar el momento para transcribir exactamente cómo ha ido. La pregunta ha sido:
- "¿Qué les diría a los que dicen que Ada Colau fue al Sálvame de Luxe porque los resultados de las encuestas no son buenos para que diga lo que dijo? Que el problema no es qué dijo sino que lo dijera en campaña, que es lo que mucha gente le reprocha...".
Y la respuesta ha sido a una pregunta que entiendo no ha sido formulada en aquel momento y relativa a un tema que no ha aparecido: el anuncio de Colau que hace tiempo tuvo una pareja mujer:
- "L'Ada es alcaldesa de BCN, es una dirigente de un espacio político y es una persona que ha combatido para hacer de la pluralidad algo que sea vivido desde la normalidad y creo que eso tiene poco que ver ahora mismo con la competencia electoral".
A continuación, y para acabar, el candidato ha recibido preguntas del periodista Pere Mas, se ha enfrentado a las contradicciones que le han buscado la gente de Maldita Hemeroteca y Maldito Bulo, ha recibido el regalo de un CD por parte de Nacho de Sanahuja y ha escuchado algunas de sus pifias de la mano del Eduard de Batlle.
Y así han pasado tres cuartos de hora de radio. El candidato se ha ido con destino a otra entrevista y en el estudio ha empezado una conversación entre Basté, Jordi Évole y Júlia Otero. Porque ni la campaña ni la radio se detienen.