Mucha gente me lo pregunta: "Javier, ¿cómo se pasa de ser un divulgador de freaks a ideólogo del cuñadismo?". Y yo siempre les respondo: "Ah pero, ¿no estoy haciendo lo mismo, pero con un formato diferente?.
Porque, a ver, ¿qué diferencia hay entre "entrevistar" a Carlos Jesús, Carmen de Mairena o Pozí o expresar esto?:
En todo caso, oiga, ¿quién sabrá más, la gente que me tiene envidia o quien me dio un Ondas? ¿Quien tiene más razón, los que me tienen celos o el ESERP Business School, que me distinguió con un galardón por mis méritos: "Expira en Don Javier de Cárdenas Pérez y en su brillante trayectoria, destacando su labor en medios de comunicación y su capacidad analítica, ejecutiva y de innovación periodística que le han permitido alcanzar el más alto nivel de Prestigio y Proyección Profesional. Se le otorga por acuerdo unánime de esta junta rectora el correspondiente Profesor Honorífico"?.
¿Qué opinión tiene más valor, la de la buena gente que me defiende en el famoso caso de la oyente anónima de quien revelé el nombre, el lugar donde trabajaba y que presioné a su jefe para que la echaran a la calle o la de gente explicando lo que pasó realmente?
¿Quién tiene más credibilidad, mis oyentes y fans o gente que ha opinado del tema como Diana López aquí mismo?
En resumen, ¿quién sabrá más, toda esta gentuza o TVE, que me ha convertido en uno de sus fichajes estrella del próximo otoño y que pagará 2 millones de euros (IVA aparte) por 61 programas de 35 minutos? ¿Sabrá más comunicación quien lleva desde los 9 años dedicado a informar y entretener o un grupo de resentidos?
No vale la pena perder ni uno segundos en responder, ¿verdad? Pues ya está. Mucho mejor escucharme cada día en el "Levántate y Cárdenas" de Europa FM, leerme en una simpática y entrañable entrevista que me han hecho recientemente en la revista Diez Minutos, o verme en ese gran programa que me produce Gestmusic y que ya calienta motores...
Y después de eso ya me pueden ir diciendo que soy el ideólogo del cuñadismo...
Ah, por cierto, vuelvo a la pregunta inicial y la respondo con otra pregunta: ¿y si aquel pasado mío con los freaks fuera una especie de show de Truman? ¿Vaya, que yo fuera parte activa del espectáculo sin saberlo?