Ahora mismo lo está petando mucho este nuevo lenguaje económico encriptado donde la ex primera dama más florida es la madre superiora de la congregación, los misales son el dinero, las cuentas son la biblioteca y el hijo es el cura de la parroquia.
Como que usar metáforas relacionadas con la religión despista totalmente y nadie entiende que realmente no se está hablando de religión sino de otra cosa, este espacio hace suya la brillante idea y apadrina nuevas expresiones con la voluntad de enriquecer el vocabulario. Humildemente.
Por lo tanto, el Vaticano serían los diferentes paraísos fiscales, el Papa la entidad donde está depositado el dinero, el Obispo la persona de contacto en la entidad, los monaguillos los testaferros, la Biblia el número de cuenta, el 3% el agua bendecida e ir a misa sería viajar a Andorra, Suiza o al país correspondiente con las famosas bolsas de basura llenas de dinero negro, que serían las ofrendas al señor. El cáliz sería la cuenta, propiamente dicha, y las hostias serían el dinero que hay en la cuenta.
Comulgar sería sacar dinero de la cuenta, ir a confesarse sería hacer un ingreso en efectivo, la resurrección sería recibir un ingreso por una comisión o una transferencia proveniente de otra cuenta y el dinero se contabilizaría como pecados.
Rezar sería pactar las comisiones, las facturas falsas serían la penitencia, el pan y el vino las obras públicas susceptibles de ser usadas para obtener comisiones, el milagro de los panes y los peces el sobreprecio pactado en la obra pública, las plegarias los contactos con las constructoras, la colecta ir a cobrar a la constructora de turno, la limosna sería el pago, la Santísima Trinitat la administración que encarga la obra, rezar el Padre Nuestro la licitación de las obras, darse la paz repartirse la comisión y el maná sería el dinero negro.
Finalmente, la frase "yo no sabía nada, esto lo llevaba mi marido" sería hacer un San Pedro, la frase "yo no sabía nada, eso lo llevaba mi mujer" sería hacer un Santa Marta y la cuaresma sería cuando tienes que pararlo todo durante un tiempo porque te investigan y tienes que disimular.
Y con respecto a la UDEF, se le podría adjudicar la metáfora del buen y el mal ladrón, porque hay una UDEF pecadora que falsifica e inventa dossieres y una UDEF que hace milagros. Y este es ahora mismo uno de sus grandes problemas, que la gente sufre una crisis de fe en ella porque le han puesto a prueba demasiado a menudo con portadas que publicaban cuentas inexistentes y noticias que eran mentira.
Veremos cuál de las dos es la que ha puesto de moda el lenguaje divino...