Supongo que es uno de los temas que interesan a la gente. Y por este motivo el instituto público español dedicado a preguntar la opinión de los ciudadanos, el famoso Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ahora ha querido saber si los españoles se masturbaron durante el confinamiento. El tema, como no podía ser de otra manera, ha generado mucho interés entre los medios de comunicación ávidos de cuestiones primordiales para el futuro de la humanidad.
Servidor de usted cuando vio la pregunta, rápidamente pensó dos cosas: 1/ ¿A quién se le debió ocurrir poner precisamente esta en la lista y, sobre todo, por qué?, i 2/ Durante el confinamiento, con centenares de miles de familias condenadas a convivir las 24 horas del día entre cuatro paredes -la mayoría de veces en pisos pequeños y con tabiques de papel- si había una cosa que no se podía hacer era, precisamente, masturbarse. De hecho era más fácil hacer una torre Eiffel a tamaño natural con los cartones de los rollos de papel de WC que tener la suficiente intimidad como para saludar al señor Onan con la manita. Y nunca mejor dicho.
Sobre el punto 1 me sorprende que no hayan preguntado, por ejemplo, cuánta gente hizo pan. Y de estos, cuantos optaron por la harina integral, cuántos por la blanca y cuántos aprendieron todos los secretos de la masa madre. O cuántos siguieron tutoriales para ordenar los armarios de la cocina o para hacer abdominales. Me interesa mucho este interés por el amor más propio de todos los que se hacen y se deshacen porque en demoscopia todo tiene que tener un interés y, la verdad, este no se lo sé ver. Pero, claro, yo no entiendo.
En todo caso, ya que se pusieron a ello, desconozco porque no profundizaron. En algunos casos, también, nunca mejor dicho. Saber las edades y el sexo de los practicantes, que es lo que sale en los resultados, mire, quizás tiene un valor estadístico, pero aporta una información escasa e irrelevante. Deberían haber aprovechado para preguntar entre los de la respuesta positiva la frecuencia, modalidades, maneras, usos, variantes, filigranas diversas para realizarlo... Eso si que habría enriquecido la encuesta y le habría dado un valor añadido de divulgación social que habría justificado situar el tema al lado de cuestiones como si se deberían tomar "medidas de control y aislamiento más exigentes ante la crisis de la COVID", sobre "qué reformas de la sanidad cree convenientes", el "grado de confianza en el presidente del Gobierno Central, Pedro Sánchez, y en el líder del principal partido de la oposición, Pablo Casado" o el "conocimiento de los ministros del Gobierno de coalición PSOE, Unidas Podemos". Este último un tema apasionante porque servidor no es que no sepa qué cara hacen algunos (o algunas) de los actuales ministros, sino que a veces veo unos nombres que me suenan en raticulinés -el idioma de Raticulín- y que corresponden a unas personas que me suenan menos que los jugadores de la selección española de fútbol. Será que me quedé en cuándo no fue ministro Duran Lleida y en cuándo Paco Clos era el delantero centro que clasificó "a la Roja" para el mundial de México 86.
Pero aparte hay otras dos cuestiones que me inquietan: los resultados y la sinceridad. Sobre la primera, que un 59,6% haya dicho que no, que no se masturbó durante el confinamiento, y que un 35,9 haya dicho que sí, quiere decir que un 4,5% ni sí ni no. O ni no ni sí. Y esto de masturbarse, aunque el ejemplo no sea el más relacionado, es como estar embarazada, o lo estás o no lo estás. Vaya, que lo haces o no lo haces. Y sobre la segunda, no sea que las respuestas sean del nivel "documental de La 2", que todo el mundo dice que los ve pero las audiencias les desmiente.
En todo caso, está bien que el CIS pregunte sobre masturbación, ya que sobre monarquía hace años que no lo hace. Será porque, y vuelvo al principio, uno es un tema que interesa a la gente y el otro no. Y a ver si lo que interesa realmente no sea, precisamente, sobre lo cual no piden la opinión, no fuera que los resultados, es decir, la realidad, provocaran un exceso de pajas mentales.