Titular del pasado dieciséis de octubre: "La Audiencia Nacional suspende el ingreso en prisión de Gemma Montull 'por su esfuerzo' para devolver el dinero del saqueo del Palau". Gemma Montull, hija de Jordi Montull, mano derecha de Fèlix Millet durante los años del espolio del Palau de la Música, era la directora financiera de la institución y había sido condenada a cuatro años de prisión y a una multa de 2.600.000 euros por malversación de dinero público, apropiación indebida, falsedad en documento mercantil, falsedad contable, tráfico de influencias y blanqueo de dinero.
Finalmente este admirable "esfuerzo" fue recompensado cambiándole la prisión por 365 días de trabajos comunitarios, el embargo de sus bienes y una multa de 500€ mensuales durante cinco años. Pero a servidor de usted, que a pesar de ser de letras sabe sumar y multiplicar, le sale que de 500 euros en 500 euros mensuales, en cinco años sólo pagas treinta mil euros, que quedan un poquito lejos de los más de dos millones y medio de la multa. Tan lejos que, debido a que también sé restar, me sale que faltaran por ingresar dos millones quinientos setenta mil euros. Pero mire, si sólo puede pagar eso, pues bienvenido sea.
Nueve días después, el domingo 25 de octubre, Roger Escapa entrevistó a Gemma Montull en El Suplement de Catalunya Radio. Y allí dijo que ella y su padre fueron víctimas de la personalidad de Millet "una persona muy complicada. Lo era, lo es y lo será, porque es un personaje. Es una persona a quien no podías decir que no en nada. Muy autoritaria y difícil de trabajar" y que se arrepiente "cada día de su vida" de no haber actuado "como tendría que haberlo hecho".
O sea, la pobre señora se encontró en una situación inesperada y ahora estaba haciendo lo posible para resarcir la fechoría. Entrañable. Si no fuera porque pocos días después de todo esto la Fundación Palau de la Música, que ejerció la acusación particular en el juicio, denunció que Gemma Montull "no tiene ninguna voluntad de devolver el dinero". Y lo afirmaba basándose en que ingresa 3.350€ mensuales del alquiler de tres fincas... que la sentencia embargó y que ella alquiló con posterioridad. Pero espérese que ahora se reirá. Sí, porque el arrendatario de una de ellas es su hijo, a quien le hizo un contrato por 10 años con derecho preferente a compra si el inmueble se vende o se subasta. Vaya, que pase lo que pase, será suyo y por un precio inferior al de mercado. ¡Bingo! ¿Hay algún bingo más? ¡PUES SÍ!
Y es un bingo con folre, manilles i puntals a cargo del padre de la señora, Jordi Montull, condenado a siete años y seis meses de prisión y a pagar una multa de dos millones novecientos mil euros por malversación de dinero público, apropiación indebida, falsedad en documento mercantil, falsedad contable, tráfico de influencias, blanqueo de dinero y un delito contra la hacienda pública. Él, al igual que su hija, también hace un ingreso simbólico de 500€ en el mes porque dijo que no tenía dinero para pagar la multa y tenía que pasarle una pensión a su mujer. Pero la Federació d'Associacions de Veïns de BCN ha descubierto una cosita que empieza por la letrita V: Montull cobra veintiocho mil cuatrocientos euros anuales por el alquiler de tres pisos que tiene a medias con su mujer. ¿Y sabe qué? Que él tampoco había dicho nada. ¡Aaai, qué familia de desmemoriados!
A Millet, efectivamente, no le podías decir que no a nada. Y supongo que por este motivo el resto de la banda tampoco puede decir que no a esconder ingresos para no tener que pagar las multas correspondientes ni r a la cárcel. Es que, mire que llega a ser travieso este Millet.