¿Quiere ver cómo se hace un clickbait inverso? Pues si usted ha clicado esta pieza buscando la respuesta a la pregunta del título y se piensa que deberá leérsela toda para obtenerla, ya le digo que no hace falta. Se la doy ahora mismo, pero sepa que no es ni un sí ni es un no. Porque me temo que nunca sabremos la cifra exacta de muertos causadas directamente por la COVID.

Al inicio de la pandemia cité repetidamente lo que denominé "método Marc Castells" como manera de saber los muertos que había causado realmente el virus. Cuando el confinamiento del Valle de Òdena, al alcalde de Igualada no le salían los números. Optó por olvidarse de las cifras oficiales que sólo contaban las defunciones en los hospitales y fue a buscar las de las funerarias, que las incluían todas. De tal manera que comparó la cifra media de muertes de los últimos cinco años en aquella zona con todas las que hubo durante aquellas semanas. La diferencia, o sea el aumento de defunciones durante el periodo febrero-mayo del 2020 en comparación con el del 2014-19 retrataba exactamente los efectos reales del coronavirus.

El problema es que esta manera de contar fue efectiva en aquel momento concreto, pero en el conjunto del episodio, que ya veremos cuánto dura, se ha acabado demostrando cómo una formula inexacta. ¿Por qué? Porque el aumento de la mortalidad sí que ha sido causado indirectamente por la COVID, eso seguro, pero no todos los muertos lo han sido como consecuencia directa del virus. Me explico.

Hoy el señor Josep Lluís de Villasante (@LluisTapias) ha colgado en twitter los datos del Instituto Nacional de Estadística con el exceso de mortalidad en España durante 2020 en relación a la tendencia 2016-2019. Mirándolas, vemos un 19% de defunciones más en España (+69.809), un 26% en Catalunya (15.064) y un 44% en Madrid (18.472). Y para analizarlo detenidamente ha adjuntado los datos por autonomías y provincias y la comparativa por cifras totales.

​Ahora bien, hablando con médicos de diversas especialidades y de todo el territorio, todos explican que desde marzo a fecha de hoy, ha habido una cifra indeterminada de personas que no han ido a visitarse por miedo, porque en algunos casos era imposible darles hora o por otras causas. Aparte de los millares de operaciones que se han tenido que posponer. Nadie sabe los efectos que esto ha tenido en la salud colectiva. Ni los sabremos nunca. Pero tampoco sabemos las consecuencias que provocará el virus en las personas que lo pasen y que quizás en el futuro acabarán sufriendo secuelas que nunca se relacionarán con la pandemia. De la misma manera que desconocemos los efectos que tendrà en la salud mental y que pueden derivar en enfermedades que vaya a saber cómo se manifestarán. Y cuando.

Si me permite le hablo de mi experiencia personal, sin ningún valor estadístico. A mi alrededor han muerto más amigos, compañeros y conocidos por cáncer que por COVID. La mayoría hacía años que lo tenían, pero iban tirando con una cierta estabilización. Nunca sabremos si sin el virus habrían vivido más. Ellos y los que han muerto por otras patologías que no tienen que ver con la COVID están en esta impersonal cifra del 26% de aumento de las defunciones, pero es imposible determinar en qué casilla ponerlos. Lo único cierto es que los hemos perdido y que en algunos casos no nos pudimos ni despedir. Y eso sí que es, directamente, culpa del virus.