El programa Polonia decidió tocar el famoso tema del gag del programa El Intermedio de La Sexta. Aquel donde Dani Mateo se sonaba con la bandera española y que ha provocado reacciones que nos recuerdan dónde estamos realmente.

Hemos visto desde un sindicato policial querellándose contra el presentador hasta amenazas de muerte, pasando por esta entrada en Facebook del Consejero de Educación de Ceuta y primo de Mariano Rajoy Brey

BREY

Pues eso, que el Polonia decidió sonarse en todas las banderas, incluida la indepe:

Y mucha gente se sorprende porque con el gag del Polonia no ha habido polémica. Pero era lógico que no pasara nada. En primer lugar porque era una respuesta y la gente que se ha ofendido tanto, va contra el original y una respuesta de apoyo no le interesa porque no va en su línea estratégica. Pero, sobre todo, porque los ofendidos no se ofendieron por el gag sino porque la red delimitó un momento del gag, lo sacó su contexto, que era un programa de humor, y lo lanzó a la plaza pública despojado de su objetivo, que era dar risa. No se ofendieron e indignaron por el gag sino por la lectura del gag que alguien hizo al inicio y que coincide con el pensamiento de todos estos indignados que han aparecido.

O sea, sacar el gag de su contexto sirvió a los onfensidos para reafirmar su desprecio al programa, a Wyoming i a La Sexta. El gag va ser l'excusa

Cosas que ofenden

Y hablando de cosas que ofenden, también esta semana ha sido muy polémico el momento vivido durante una rueda de prensa en la Casa Blanca entre Donald Trump y Jim Acosta, periodista de la cadena CNN.

A millones de personas de todo el planeta los ofende mucho la actitud de Trump. A millones de personas los ofende la actitud de Acosta. Y el trasfondo no es otro que el debate sobre el control del mensaje. Trump se dirige directamente a su votante a través de twitter y todo lo que dice allí es incuestionable, no admite crítica y no pasa ningún filtro de la verdad. Trump puede decir el que le venga en gana, sea cierto o no. Y este es el mensaje que le llega a la gente.

Los periodistas consideramos que los políticos tienen que poder ser interpelados y criticados. Y un servidor considera que quitar la acreditación a un periodista que pretende hacer su trabajo es censura y propio de regímenes poco democráticos. Y considero que la respuesta del gremio tendría que ser dejar de asistir a las ruedas de prensa de Trump, pero resulta que eso es, precisamente, lo que él quiere.

Pero mirémonos el momento con calma. Eldiario.es lo subtitulaba y eso permite oír la secuencia con todos los matices. Y además, el plano frontal de Trump permite ver perfectamente su gestualidad.

Mirémonos ahora la versión ofrecida por la versión española de la CNN, donde también se explica qué pasó después del incidente.

Y ahora, observemos la versión de una cadena europea, France 24 H.

Visto todo eso y sabiendo que las cosas que pasan en los EE.UU. después acaban pasando aquí, ¿cuánto cree que falta para ver esta misma escena pero entre Pedro Sánchez o Quim Torra y un redactor de OKDiario. Pero sin que a este último le sea arrancado el micrófono der las manos. Vaya, o eso espero.

Pimpinela político-judicial

Todo el mundo tiene los referentes musical que tiene. Y mi generación y alrededores convivió durante muchos años con las canciones de Pimpinela, dos hermanos argentinos que cantaban canciones donde una pareja se peleaba y no paraba de lanzarse reproches.

Pensé mucho en los Pimpinela viendo el famoso vídeo de Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, y Carlos Lesmes, Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Lo puede ver en esta pieza del 3/24 y recomiendo que se lo mire con mucha calma.

La gestualidad es brutal. La lástima es que no sé leer los labios. Sería tan delicioso poder saber que se dijeron...