Si usted deja plastilina en la clase de los delfines (o en la de los gamos caretos del Aconcagua), cada criatura humana aprovechará el trozo que le toca para hacer lo que más le interese. La plastilina será la misma para todo el mundo pero dependiendo de quién la manipule será un churro, una redonda, una bola o acabará en algún estómago. Pues bien, ahora cambie plastilina por presupuestos y criaturas humanas por partidos políticos y tendrá la fotografía del debate político de los últimos días.
¡Por lo tanto, señores, señoras y senyoris, con todos ustedeeees, ya está aquí el clásico entre los clásicos! ¡Siiií, hablan de presupuestos cuando quieren decir sexo! Nuevamente aquella guerra de estrategias electorales. De buscar el titular del día siguiente. De instalar el frame que creen que reconvence a sus reconvencidos y que conseguirá que suban dos décimas en las encuestas. ¡A-PA-SI-O-NAN-TE! Vuelve a ser aquello de marcar paquete donde los números no son el centro del debate sino la excusa. No se negocian partidas sino a ver qué morros pone cada uno en la foto del instagram del politiqueo. Y, mientras, se van haciendo la zancadilla. Todos contra todos. Lamentablemente esta película de serie Z no sólo la hemos visto sino que nos sabemos los diálogos de memoria. Y son nivel "Mellizos", la obra de teatro que hicieron durante muchos años Bertín Osborne y Arévalo en gira mundial.
En algún momento esto de escenificar el teatrillo político hizo como una cierta gracia. Reuniones a vida o muerte que tampoco lo eran tanto, encuentros secretos y clandestinos que se filtraban porque lo que pone caliente de los encuentros políticos secretos y clandestinos es que se sepan, negociaciones in extremis con final feliz, pactos que parecían hechos y que en el último segundo se rompían para volver a recomponerse décimas de segundo después, carreras por los pasillos para ir a ninguna parte, presiones de última hora con una demanda sorpresa... Nos creímos que éramos el Ala Oeste de la Casa Blanca y al final descubrimos que éramos una gestoría con un ordenador 486 para todo el despacho y un fax de papel continuo.
Pero es que resulta que estamos a tocar de la Navidad del 2021 y ya las hemos visto de todos los colores. Llevamos diez años de un Procés donde ha sucedido todo y aún más, dos de pandemia que cuando ya estábamos vacunados resulta que el virus vuelve y hay una parte de la sociedad que no sólo no le da la gana vacunarse sino que les llaman nazis a los que se comportan como personas que tienen claro que forman parte de una comunidad y de una sociedad, hemos ido a demasiados entierros, el mundo está loco, no entendemos nada, nuestro paisaje vital cambia a una velocidad que no podemos seguir, todo va demasiado rápido, no tenemos tiempo de parar para digerir y pensar, no vemos ningún futuro, cada día nos bombardean con tanta propaganda que nos pasamos más horas intentando distinguir la verdad de la mentira que durmiendo...
Estamos hartos, agotados, desfallecidos. No tenemos fuerzas. Y ahora nos marean con este "ahora no te apruebo los presupuestos", "pues yo ahora te añado no-se-qué y verás cómo sí", "pues ahora no quiero", "pues ahora yo hablo con los otros", "pues si hablas con los otros ahora no quiero yo"... Oigan, de verdad, acabémoslo ya. Por piedad. Pero no por nosotros, sino por ustedes. ¿Qué no han entendido del momento en que estamos? Es que esto que hacen no nos interesa. Es que tenemos otros problemas. ¿No quieren aprobar los presupuestos? Pues adiós. Pero ya. Fuera. ¿Que sí que quieren? Pues adelante. Y listos.
Se ha acabado aquella época en que las asambleas eran el centro del mundo y todo el mundo estaba pendiente de las decisiones que se tomaban. Ahora mismo ya no interesan ni los mismos que las convocan, como lo prueba que en este debate que tenía que paralizar el país durante el fin de semana pasado han participado cuatrocientas personas. ¡CUATROCIENTAS! ¿No lo ven? Han mareado tanto la pobre perdiz que las biodraminas ya no le hacen efecto ni esnifadas.
Y para acabar de rematarlo, se ha filtrado un audio de Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía por Ciudadanos. Si no se quiere poner todavía de peor leche, mejor que lo deje correr. Pero si quiere saber qué se negocia realmente cuando se habla de presupuestos, ya está tardando...
Por cierto, el vídeo me ha llegado a través de la cuenta en twitter de Martina Velarde, secretaria general de Podemos Andalucia y diputada en el Congreso.