Me llama Sergi Alcàzar, fotoperiodista y compañero de ELNACIONAL. Le tocó cubrir la cena del Mobile de ayer en el MNAC de la montaña de Montjuïc de BCN y me explica lo que siempre sucede cuándo hay un acto con popes, que te marean durante horas para nada. A ver si será por eso que muchos hemos dejado de ir a hacer crónicas en este tipo de situaciones, que creo eso es lo qué realmente quieren, que no vayamos. Ayer los convocaron "antes de las seis y media" y las "autoridades" empezaron a llegar a partir de las ocho. Todo aquel rato, naturalmente, se lo pasaron de pie y a la serena. Ni una triste silla para dejar las cosas y ninguna posibilidad ni de poder ir a un WC.

Pero antes de todo eso, primero hay que llegar a sitio. Como que cada vez hay un criterio diferente, nunca sabes hasta donde te dejarán llegar con la moto, que siempre es la mejor opción de transporte. Y si hay suerte, dependiendo de cómo le caes al policía de turno, podrás dejarla a menos de media hora andando y desde allí cargar el equipo. Si vas en coche te puede suceder como una fotógrafa embarazada de siete meses, que pudo aparcarlo en el Teatro Lliure, pero después la obligaron a dar toda la vuelta por la recta de l'Estadi. Rodeados en negro tiene el origen y el destino. En azul el recorrido que hicieron a pie las tres, la fotógrafa, la criatura que nacerá dentro de un mes y medio y la cámara fotográfica con el equipo correspondiente.

Después del paseo y la plantada, dos horas después de todo, llega el Rey. Tú estás a unos 40 metros, con lo cual no es muy sencillo hacer fotos o planos para alguna TV con un mínimo de calidad. Pero es que su majestad alteza no llega solo sino con un ejército de miembros de seguridad, sus fotógrafos y los fotógrafos de la organización. Conclusión: estás en el quinto pino y te pasan por delante decenas de personas tapándote el tiro. De cámara. Y al final sólo puedes hacer la foto de familia, que es la misma que puede hacer todo el mundo y que la Casa Real y la organización seguro que la tiene de más cerca y con más calidad.

Rápido, rápido, todo el mundo para dentro. Y a los fotoperiodistas los sitúan en una tarima a unos 50 metros de la larga mesa de la cena y dispuestos de manera tal que sólo ves a los dos primeros porque los otros los tienes en fila detrás suyo. En el momento de los discursos, el atril está a unos cien metros de ti, o sea que más que un teleobjetivo necesitas un telescopio. El Rey acaba el discurso y cuando la gente todavía lo aplaude, todo el mundo fuera y prohibido hacer más fotos, si no quieres ser tratado de malas maneras y a gritos.

Muy bien, ya tienes las fotos. Por llamarles algo. Ahora tienes que enviarlas a tu medio para que las publiquen. Como no hay ninguna sala de prensa, tienes que hacer la elección, el revelado y la edición tirado por el suelo entre camareros que pasan con bandejas de comida. Y en 15 minutos, un tiempo que no es suficiente ni para guardar los equipos en la maleta, ya te han echado del edificio. Venga, a trabajar en la puta calle. El mes de febrero y de noche. Y mientras, sigues sin tener la posibilidad ni de ir al WC.

Y mientras Sergi me explicaba eso, leía que dos medios de comunicación que dependen del Kremlin han quedado prohibidos en Europa porque difunden noticias falsas y propaganda. Seguramente que lo hacen, pero ¿quién decide qué es verdad y mentira y quién decide que es propaganda y qué es información? ¿Y con qué criterio? Y le diré más: ¿quién es nadie para elegirme lo que puedo o no puedo ver, por mucha mentira que sea?

¿Si nos hacen ir a sitios para informar de hechos que no podemos ni ver porque nos impiden el acceso, que narices vamos a hacer allí? ¿Qué información estamos dando, la real o la que nos dejan ver unos breves instantes y a través del agujero de una cerradura? ¿Y ese momento que nos permiten observar, no es una mentira entendida como una parte de la realidad que tú no has podido elegir? ¿No es hacer propaganda de lo que te quieren mostrar y exclusivamente de aquel momento? ¿Y que sólo haya unas imágenes oficiales no es una forma de censura? ¿Cualquiera de los medios que intentaron informar ayer de la cena oficial del Mobile no acabaron haciendo, indirectamente, propaganda informativa de un acontecimiento donde no fue posible ninguna otra visión ni versión distinta de la oficial?