El referéndum del 9N no era ningún referéndum e inhabilitaron e intentaron arruinar económicamente a sus responsables por haber organizado un referéndum.
El 1-O no era ningún referéndum pero enviaron al CNP y a la Guardia Civil a escarmentar a los votantes justo donde había más cámaras de TV y donde votaban los líderes. Buscaban la imagen de las hostias para provocar el miedo y que la gente se quedara en casa. Cuando vieron que estaban consiguiendo el efecto contrario, ordenaron la retirada. Y después vino el escarmiento judicial. Pues vaya, para no ser un referéndum, ahí es nada.
"No hay independencia offline ni online", ha dicho Pedro Sánchez. Refiriéndose a Catalunya. Pero ha aprobado un decreto para impedir que la Generalitat tenga servidores informáticos fuera de la Unión Europea porque, según él, intentan crear una república virtual.
O sea, el 9N no existió, pero cuando vieron la magnitud de la movilización el Estado actuó contra sus impulsores. El 1-O tampoco existió, sus resultados no tenían ningún valor y las penas suman 100 años de prisión. Ahora no hay República, pero Sánchez dice que toma una medida para que no haya República.
¿Oiga, si una cosa no existe, por qué hay que tomar medidas legales para evitar que esta cosa exista? Dicho de otra manera, ¿si nunca como pescado porque el pescado no existe, qué hago comprando una docena de cubiertos de pescado y un recipiente especial para cocinar pescado?
Total, que el BOE publicará el martes un decreto aprobado el pasado jueves en Consejo de Ministros según el cual las administraciones españolas tienen la obligación de ubicar los datos de qué disponen en servidores de la UE para evitar que estén en "paraísos digitales". Ahora ya sólo falta saber qué se considera un paraíso digital y cuáles lo son.
El pequeño problema es que algunos departamentos de los ministros que estaban presentes en el Consejo de Ministros citado tienen sus datos en servidores de fuera de la UE. Benjamí Villoslada (@benjami en twitter) ha investigado las IP de varios ministerios y, fíjese usted qué cosas, ha encontrado las siguientes curiosidades muy curiosas: la web del ministerio de Exteriores está en Redmon (Washington) y la del de Interior está en Monroe (Lousiana) y en Broomfield (Colorado).
Otros expertos han encontrado que parte de la web del propio presidente del Gobierno (sanchezcastejon.es) está en California o que los datos de la Seguridad Social están hospedados en San José (California). Y eso que de momento no han buscado más. Por tanto, el decreto del Gobierno contra el Govern obliga al Gobierno a cambiar el lugar donde aloja su información. ¡SEN-SA-CI-O-NAL!
Es el mundo al revés. Poner campos para parar las puertas y acabar descubriendo que las puertas son tuyas. ¡ME-MO-RA-BLE!