¿Se recuerda cuándo el año 2020 el pedrosanchismo decía que los actuales delitos de rebelión, sedición e injurias a la Corona estaban desfasados? ¿Sí, verdad? Y seguro que también recuerda que estaba tan a favor de reformarlos que anunció que los incluiría en el Plan Anual Normativo (PAN) de aquel mismo año. El PAN de la Administración General del Estado está constituido por las iniciativas legislativas o reglamentarias que los ministerios prevén elevar cada año natural al Consejo de Ministros para que sean aprobadas. Vaya, que es la previsión de nuevas leyes que entrarán en vigor
Pero, vaya por donde, ya entonces la reforma prometida se fue al mismo centro del carajo. ¿Por qué? Porque el anuncio le sirvió al pedrosanchismo para obtener algun que otro pacto y, una vez obtenido, en cien años todos calvos. La excusa oficial fue que no tenía suficiente mayoría parlamentaria para poder aprobar la reforma. Una excusa muy interesante porque eso de tener o no la mayoría era una cosa que ya sabía antes de la promesa. ¿O es que hay momentos en que no recuerdas qué apoyos tienes para aprobar las cosas que prometes?
¿Y qué pasó en el 2021? ¡Huy, en el 2021! Pues que al final tampoco pudo ser. ¿Por qué? Porque.. bueno, ¿sabe qué pasó? Que cuando iba a presentar la reforma resulta que un árbol gigante cayó justo delante de la puerta del lugar de las reformas y le impidió el paso, justo en el momento en que apareció un perro y se le comió los documentos. ¡Todos! Terrible. ¿Y ahora en el 2022, qué también ha habido árbol y perro? ¡No, no, mucho peor! Como muy bien ha explicado el ministro de la Presidencia Félix Bolaños, "este año la prioridad es consolidar el crecimiento económico, hacer una segunda modernización económica de España, profundizar en el avance de los derechos y las libertades y acabar de combatir la pandemia". Y, claro, reformar unos delitos totalmente desfasados no sólo no encaja en ninguno de los apartados donde se dejarán la piel -o más- sino que, como todo el mundo sabe, es imposible pedalear y masticar chicle a la vez. O, dicho en el lenguaje del chiste de los dos vascos que van a buscar setas y uno de ellos se encuentra un rolex: "Patxi, si vamos a setas, vamos a setas. Y si vamos a rolex, vamos a rolex".
Es que aquí mucho cachondeito y mucho meñeñe meñeñe, pero cuand estás preparando, ni más ni menos, que "una segunda modernización económica de España", a ver si te lo acaba estropeando todo la reforma de unas leyes desfasadas que, casualmente, no están nada relacionadas con los derechos ni las libertades que dices querer reforzar. Mire Bélgica, por ejemplo. Como allí tienen la suerte de que ni existe ninguna pandemia, ni tienen ninguna crisis económica, ni tienen que reformar nada porque ya vienen completamente reformados de casa, ellos tienen tiempo de cambiar leyes obsoletas, como la de las injurias a su Corona. Pero, claro, es que cuentan con importantes refuerzos externos que España no tiene.
Efectivamente, Bélgica ha cambiado una ley que ni sabía que tenían porque no la había aplicado nunca, gracias a la colaboración de una persona de fuera como Valtònyc, este antiespañol que prefiere ayudar a aquel país antes que al suyo. ¡Increíble! ¡Una vergüenza! ¿Qué le habría costado quedarse en España y trabajar para hacer las reformas desde aquí? ¿Después de pasar un poquito por la prisión? Bien, sí, pero ahora no nos entretengamos en detallitos. ¿Y quizás después de la prisión, la ley no habría cambiado porque el pedrosanchismo está cambiando el universo conocido y para conocer y ya no tiene más tiempo libre? Quizás, pero mire, la prisión te hace un hombre de provecho y te permite conocer buena gente que después son amigos de por vida.
Pues no, va el tipo y consigue allí que no sea delito lo mismo que en España te puede llevar a prisión tres años y medio de tu vida. Y, mientras, el predrosanchismo no da abasto haciendo cosas realmente importantes. ¡Con estas ayudas, señores belgas, así cualquiera!