¡Gracias Gabinete Caligari! ¡Gracias de todo corazón! Sin vosotros, los juntaletras como un servidor no sabríamos como explicar en palabras el acto que realizan a menudo las personas, instituciones y administraciones que tienen un marronazo y se lo van pasando los unos a los otros como la línea de tres cuartos de un equipo de rugby se pasa la pelota ovalada avanzando metros. Efectivamente, cómo decía el título de la canción de este grupo de los años 80 del siglo pasado, cuando todo el mundo se sacude la responsabilidad, "La culpa fue del cha, cha, cha." Y eso, en la residencia de Tremp ha quedado demostrado una vez más. A día de hoy son 53 los residentes muertos y 12 los ingresados de un brote de coronavirus que ha afectado a la mayoría de internos y a 42 trabajadores. Una bestialidad.

Ahora, en cuentagotas, ha salido a dar su versión la fundación que gestionaba la residencia hasta el día en que se hizo cargo Salud. El fin de semana a través de un comunicado publicado en prensa y hoy, por ejemplo, en una entrevista que le ha hecho Lídia Heredia (Els Matins de TV3) al señor Josep Maria Mauri, vicario general de la diócesis de Urgell y miembro del patronato de la Fundación Fiella, la responsable del funcionamiento del centro.

El señor Mauri ha dicho que desde marzo hasta el brote actual sólo habían tenido un caso y que siempre han seguido todos los protocolos y han pasado las inspecciones correspondientes. En este punto Heredia le ha pasado un fragmento de la comparecencia del sábado de la señora Divina Farreny, gerente de la Región Sanitaria de Lleida, Alt Pirineu y Arán, donde explicaba lo que se encontró Salud, cuando la tarde del 26 de noviembre ya había siete muertos y decidieron hacerse con el control de la residencia: "no se habían creado los circuitos, no se hacía un manejo correcto de los EPIS, se observaba falta de supervisión, había un problema muy grande de gestión de la información con falta de registros de medicación y cuidados, había falta de traspaso de la información entre los turnos y de vigilancia de la salud de los trabajadores y de supervisión de medidas básicas de protección".

La respuesta del señor Mauri ha sido "Yo no se de qué momento habla. Si habla a partir del día 26 de noviembre, cuando ellos tomaron el control y se refiere a aquellos momentos, pero nosotros en todo momento hemos seguido la normativa y todos los protocolos. Y la prueba es que en la inspección de Salud del 27 de octubre de todo esto no se detectó nada". Heredia ha vuelto al primer caso, del 19 de noviembre y Mauri se ha situado nuevamente en el 26 de noviembre "Porque ellos -Salud- se hicieron cargo de la residencia aquel día y a partir de aquel momento nosotros ya no somos responsables. Por lo tanto, yo no sé a que hace referencia esta señora y por lo tanto no podemos aceptar lo que dice". Y ha aprovechado para hablar de cómo entró el virus para decir que no lo saben y que "seguramente no lo sabe nadie". Nuevamente Heredia ha preguntado por el periodo comprendido entre el primer caso y cuando salud decidió hacerse cargo, que es la gran cuestión. Entonces Mauri ha ampliado la información explicando que el 29 de noviembre se detectó el primer contagio de un trabajador de la residencia y a continuación se hicieron las pruebas a todos los trabajadores y residentes y a pesar de las medidas tomadas, el número de contactos fue muy elevado, cosa que no nos explicamos". Yo creo que aquí el señor Mauri ha tenido un lapsus de fechas y ha dicho 29 en vez de 19, pero aparte de eso, ha seguido sin responder qué sucedió entre el 19 y el 26, derivando siempre la cuestión al día en que les quitaron la gestión.

Yo no sé quién tiene razón, pero aquí la clave son los siete días durante los cuales se contagiaron 130 de los 143 residentes y de los cuales ni el señor Mauri ni nadie de la residencia han dado hasta ahora ninguna explicación, aparte de decir que, o bien no saben qué sucedió, o bien no se lo explican. Sobre este espacio de tiempo es sobre el cual nos tienen que detallar qué hicieron o no hicieron y dejar de pasar la pelota al día 26, cuando no alegremente sino por algún motivo Salud optó por desposeerles del control del centro. Porque fue durante estos siete días que ellos gestionaban la residencia cuando se contagiaron las 53 personas que han muerto. De momento. Y no, la culpa no fue del cha-cha-cha.