Comparezco ante usted para explicarle las medidas que implementaré de cara a afrontar esta terrible tercera oleada de COVID que estamos sufriendo de lleno en estos momentos. En el bien entendido que son unas medidas destinadas a prevenir la llegada de esta tan temida tercera oleada, que esperamos poder evitar gracias a las recomendaciones obligatorias que le paso a detallar.
En primer lugar quiero anunciar que no haré la clásica introducción de cada comparecencia, que es aquel espacio de tiempo que se hace eteeeeeeerno y donde se trata de ir mareando tanto la perdiz que el pobre animal acaba zampándose una tortilla de biodraminas. En vena. La suya. De cara a no tener que repetirlo cada vez, que ya cansa incluso al compareciente, le pasaré una nota de voz de 46 minutos por whatsapp. El lunes a las 00.01 entra en vigor la obligación de oírla cada día entre las 02.37 y las 03.23 de la madrugada. Y sólo podrá ser a aquella hora, de manera voluntaria, y con la burbuja formada por los allegados de rango 1. Dicho esto, paso a detallarle las nuevas medidas. Unas medidas sencillas que vienen acompañadas de un manual de 349 páginas. Y dos láminas explicativas. Y un mapa. De las Islas Medes. Para que vea dónde no puede ir.
La situación de esta tercera oleada que no es todavía ninguna oleada es gravísima, pero no mucho. Consciente del momento, quiero decirle con toda claridad que las medidas decretadas consisten en dejarlo poco más o menos muy igual pero haciendo ver que no. Y en eso no me temblará la mano. Son unas medidas contundentes y urgentes que afrontarán una serie de obligaciones que sólo serán recomendaciones y que ya entraron en vigor el fin de semana pasado. Con efecto retroactivo. Las medidas de aplicación para este fin de semana, las presentaré en febrero.
Estas medidas están pensadas para que el sector sanitario las considere suaves y el sector de la restauración demasiado duras. Y también buscamos la complicidad de la sociedad, que no encuentra bien ninguna medida. Esta sociedad que la semana pasada exigía que abriéramos los centros comerciales porque no tenía ningún sentido tenerlos cerrados y que hoy exige que los cerremos porque son un nido de virus, pero a la vez está en contra de cerrar los bares y restaurantes que hay dentro porque entonces no pueden ir a pasar el día. ¡Catalanes, sobre todo coherencia!
Con respecto a la movilidad, queda restringida exclusivamente al ámbito comarcal y no al local como hasta ahora, cuando las cifras de afectación de la pandemia eran mucho mejores. A más contagios, más movilidad. Las excepciones a esta norma están previstas en el decreto de estado de alarma y se refieren a que cuando hablamos de una burbuja de convivencia que puede salir de su comarca es en aplicación del principio de desplazamiento en el marco de la convivencia de las burbujas estanco que no se interrelacionan más allá de aquellas personas que no formen parte de la formada por los allegados hasta grado 2 y que se encuentren con una necesidad familiar o bien laboral que los obligue a desplazarse con un maquinista de Renfe que sea burbuja. De sí mismo.
Finalmente, en relación a las medidas que afectan a la restauración, quiero manifestar mi apoyo total y absoluto a este sector. Y la prueba es la aplicación del concepto "todo prohibido y muy permitido al mismo tiempo, menos cenar. Cenar, caca". Por lo tanto, entra en vigor la obligación de desayunar de una a tres y media de la tarde y de comer de las siete y media a las nueve y media de la mañana, siempre que sea con una burbuja menor de 4 personas, sin la presencia de su propia presencia de usted. Y dos huevos duros. Menos la nochebuena y la noche de Fin de año, que será uno.