Acostumbra a pasar. Todo lo que empieza fatal tiene tendencia a acabar en niveles que son muy difíciles de empeorar. Y hacía días que eso de los restos amojamados de Franco evocaba hedor a momentos gloriosos. Y entienda el concepto "momentos gloriosos" aplicado al que podría ser un momento Manolo el del Bombo con un patinete eléctrico interpretando sus melodías en una fiesta de despedida de soltero acompañada por la tuna de Derecho y con un final de fiesta trufado por unos cuantos chistes de gangosos explicados por Arévalo mientras del cielo llueven dátiles con bacón untados con jarabe de Módena.

Pues bien, el actor Josep Julien ha realizado en Twitter una interesante observación-aportación sobre la imagen escogida por la campaña reivindicativa de #elvallenosetoca que defiende la permanencia de los restos de Franco en el Valle de los Caídos:

(PEQUEÑO INCISO: Para estar a la altura del momento, resulta que la campaña que han llamado "El Valle NO se toca" ha escogido como nombre de usuario en Twitter "Valle Toca". Memorable)

Pero vamos a La Cuestión: Julien tiene toda la razón. En la imagen se ve a King Kong. Claramente. Nítidamente. Sin ningún tipo de duda. Y le diré más, yo lo veo situado encima de un hombre lobo que está decúbito prono. Vaya, con la barriga en el suelo. Y en una actitud no precisamente de enfrentamiento. Vaya, en una actitud consentida. Entre los dos. Pero como que estoy abierto a cualquier tipo de consideración, también le acepto que podría ser un puma o un tigre. El de debajo.

Ahora bien, con quien no puedo estar nada de acuerdo es con el usuario de Twitter Joni Bigud (@jimnez­_jon) quien afirma que "es un gorila besando a Jesucristo con la corona de espinas". No, señor Bigud, no. En ningún caso esta imagen puede ser lo que usted afirma. Si usted no lleva gafas, ya puede ir a hacerse unas. Urgentemente. Y si ya lleva, haga el favor de ir a hacerse una revisión. También urgentemente. Bien, aparte que lo que usted afirma que ve sería una herejía impropia de los organizadores de la campaña.

Asumo, pues, el debate sobre la identidad de la figura de debajo pero constato que existe un consenso absoluto en que la de encima es King Kong. Desconozco, pero, qué hace aquí, qué tiene que ver con el Valle de los Caídos y con Franco... a no ser que él también esté enterrado allí y que esta información sólo la tengan los autores de la composición y aprovechen el alboroto mediático para hacerlo público. De momento, de manera subliminal.

En todo caso, animo a la gente del Festival de Sitges a considerar la posibilidad de convertirlo en un cartel para la próxima edición. Tal cual. Porque a la de este año ya llegamos tarde. Lamentablemente.