Lo más sorprendente de este vídeo que circula las últimas horas dónde se ve a la Familia Real comiendo una sopita y que le adjunto aquí debajo no es el escenario, frío como un congelador. No es la situación, de cartón piedra, postiza, antinatural. No es la conversación, forzada, irreal. No es el tópico de la mujer sirviendo la comida y el marido sentado sin mover un músculo. No es la sopa, indescriptible, incomprensible, inexplicable, fuera de catálogo. No, no, míreselo y después le comento lo más sorprendente de todo:

Pues sí, lo más sorprendente es que alguien ha decidido "humanizar" a la Familia Real y les ha hecho grabar este vídeo absolutamente Irreal. Y lo más terrible para sus protagonistas es que este alguien lo publique pensando que les hace un favor. Y lo que todavía es más desconcertante es que los protagonistas hayan aceptado la publicación, cosa que demuestra que lo encuentran adecuado para el objetivo que se pretende.

Bueno, a no ser que todo sea una campaña republicana, que entonces sí que tendría una lógica y una razón.

El anonimato no existe

@JosPastr es un usuario de twitter que se ha hecho famoso por sus críticas, digamos que poco amables, hacia el independentismo, con dedicación especial por Gabriel Rufián, y hacia la gente de Podemos. Esta semana, otro usuario anónimo ha descubierto la verdadera identidad de Pastrana. Y ha resultado que el conocido como "el azote de los golpistas" es un tal José Miguel Aspas, alcalde del PP de Villar del Cobo, en Teruel. Y el Holmes de la red, ¿cómo ha conseguido llegar hasta la verdad? Pues comparando lo que tuiteaba anónimamente Pastrana con lo que colgaba en Facebook el señor Aspas. Y las coincidencias destaparon su identidad:

Sólo saberse la verdad, Pastrana bloqueó su cuenta y, como denunciaron otros usuarios, se dedicó a borrar tuits. Se calcula que unos 600. Él dice que para proteger familiares y amigos. Sus fiscalizadores dicen que son los tuits que le pueden ocasionar más problemas con la justícia.

Horas después, Pastrana volvió a abrir la cuenta y, como acostumbra a pasar, con el paso de las horas la tormenta se ha calmado. Buen momento para hacer tres pequeñas reflexiones sobre este caso, desde el punto de vista mediático.

1/ en la red no existe el anonimato. Más pronto o más tarde, por descuido tuyo o por investigación de otros, se acaba sabiendo todo.

2/ un caso como este ha conseguido ser noticia en todos los medios. Hemos hablado aquí en ElNacional y también en Eldiario.es, El Periòdico, La Vanguardia, Elconfidencial, El Español, El Faro de Vigo, La Voz de Galicia, El Heraldo de Aragón... y no continúo porque no acabaríamos. Un tema local, de una red social, convertido en acontecimiento noticiable global.

3/ El caso ha hecho ganar a Pastrana a unos 9 mil seguidores en un solo día. O sea, no sólo fue TT mundial, cosa que ha desbordado su ego, sino que para unos usuarios de una cierta ideología ahora es un símbolo, un héroe. En su globo de influencia se ha consolidado como un referente y ha reforzado su imagen.

Ahora sólo falta saber qué hará José Miguel Aspas con esta fama odiosamente negativa para sus enemigos y maravillosamente positiva para sus cada vez más numerosos y más fieles seguidores. ¿Quizás opte a diputado?

Lo que mostraba realmente a Ricardo Costa

Se ha hecho famosa la imagen del ex número 2 del PP valenciano, Ricardo Costa, confesando que su partido se financió ilegalmente y con dinero negro. Pero, para un servidor, el gran momento tiene que ver con esta imagen:

El día que Ricardo Costa sabe que aparecerá en todos los medios visuales habidos y por haber, decide mostrarnos la pulsera con la bandera española. Se la podía haber sacado, podría haberla escondido un poquito... Y no. Decide que se vea bien. ¿Por qué opta por crear una imagen que sirva para asociar la bandera española con la corrupción del PP? ¿Venganza? ¿O quizás no se dio cuenta de ello? Entonces querría decir que ni se le pasa por la cabeza que un partido como el PP, que repetidamente ha relacionado el 3% con el independentismo, ahora pueda recibir la misma crítica. Vaya, que piensa que aquello de envolverse con la bandera no sirve para todo el mundo.

Pero para darse cuenta de la magnitud de una imagen que ha pasado totalmente desapercibida, le hago una pregunta: ¿imagina qué habría pasado si en el juicio por el caso Palau, Fèlix Millet hubiera declarado con una bandera catalana a manera de pulsera?