Más allá de las subjetividades a la hora de comentar las imágenes de violencia, la declaración de Mariano Rajoy debe servir de argumento para exculpar a Joaquim Forn de la acusación que le imputa haber utilizado a los Mossos para conseguir objetivos políticos. En su declaración, Forn dejó claro que el dispositivo de seguridad es una decisión técnica que corresponde tomar a los mandos policiales de acuerdo con las instrucciones de jueces y fiscales. El exconseller de Interior subrayó que en ningún caso dio instrucciones a los Mossos de cómo debían actuar. En un momento de la declaración de Mariano Rajoy, el expresidente del Gobierno ha asegurado que no participó en la decisión técnica sobre el desarrollo y la actuación policial del día del referéndum. Pero además ha añadido: "He sido ministro del Interior y nunca he intervenido en la organización de un dispositivo de seguridad".
Cuando declaró Forn, los acusadores pusieron en duda que el conseller pudiera diferenciar entre su posición política y su actuación como conseller. Ahora, Rajoy ha dejado clara la diferencia entre la dirección política de un ministerio o departamento y los criterios técnicos de los mandos policiales. Por si fuera poco, Forn insistió en que los Mossos aplicaron las órdenes de la magistrada del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, Mercedes Armas, que en un auto pocos días antes del referéndum advirtió que los cuerpos y fuerzas de seguridad tenían que "adoptar todas aquellas medidas que impidan la consecución del referéndum”, pero que lo tenían que hacer “sin afectar a la normal convivencia ciudadana”. Y ese fue el criterio utilizado por los Mossos, tan diferente a la actuación de las policías españolas y mucho más eficaz desde el punto de vista de la orden judicial.
Mariano Rajoy debe servir de argumento para exculpar a Joaquim Forn de la acusación que le imputa haber utilizado a los Mossos para conseguir objetivos políticos
Soraya Sáenz de Santamaría tampoco ha asumido ninguna responsabilidad en el dispositivo policial del día del referéndum y ha intentado avalar las acusaciones de la fiscalía centrándose sólo en sostener que hubo violencia contra los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil y al revés, ignorando las evidencias de los vídeos, hasta el punto que el abogado Xavier Melero ha tenido que recordar que el Código Penal castiga la falta de verdad del testimonio que está bajo juramento también cuando esconde hechos o datos relevantes.
Lejos de la sala, la fiscal general del Estado, María José Segarra, consideró necesario salir en defensa de los fiscales que intervienen en el juicio del procés tras las críticas recibidas a diestro y siniestro. Segarra ha dicho que los fiscales están actuando de manera “absolutamente profesional” que “hay base” para mantener la acusación de rebelión y que “se mantendrá durante todo el juicio”. La intervención de la fiscal general ha sido interpretada en medios jurídicos como un intento de levantar los ánimos de los fiscales que denota cierta sensación de derrota. Es la segunda ayuda extrajudicial que reciben los fiscales tras la réplica que hizo el rey Felipe VI a las reivindicaciones democráticas de los acusados cuando dijo la semana pasada que “es inadmisible apelar a una supuesta democracia por encima del derecho”. La actitud del monarca está resultando determinante en la actuación de la fiscalía, que en su escrito de acusación ya daba a entender que estaba cumpliendo órdenes del jefe del Estado
En cuanto al desarrollo estricto del juicio, la cuestión de la rebelión, delito por el que se piden las condenas más elevadas, sigue abordándose muy de pasada. Se prevé que los fiscales se reservan para cuando declaren los policías españoles y centran su estrategia prioritariamente en buscar la coordinación del Govern con el Parlament y las entidades de la sociedad civil para acusarles de complot o de conspiración. De hecho, es lo primero que destaca el escrito de acusación de la fiscalía poniendo a todos en el mismo saco de una “estrategia diseñada basada en la actuación convergente”. Precisamente, Vox se ha estrenado como acusación particular haciendo preguntas a los testigos dirigidas a establecer esa conexión.