Que ahora Manuela Carmena, socialista y nacional, nacional y socialista, trabaje para España Global, para la oficina de propaganda españolista dirigida por Irene Lozano y supervisada por Josep Borrell, es una noticia colosal. Se ha cerrado el círculo, han quedado prietas las filas. Ha llegado el momento tan esperado, ya han tocado el cornetín que presagia la batalla, prietas las filas, / recias, marciales, / nuestras escuadras van / cara al mañana / que nos promete / Patria, Justicia y pan. La participación estelar de la antigua alcaldesa de Madrid ha coincidido con su visita pastoral a Barcelona, para recordarnos esta canción de su juventud, que sí, que la izquierda españolista primero piensa en España, después, si a caso, en la justicia y después, sólo después, quizás, es partidaria del pan. De Falange a la izquierda española, progresista y transformadora, no hay tanta distancia si nos fijamos bien. Incluso David Bisbal, sudoroso y gritón, ha interpretado el himno de España porque también ha visto que el momento es ahora, ahora muchachos, y por eso la Guardia Civil, militar y paramilitar, según se mire, ha detenido a nueve ciudadanos catalanes acusándolos de terrorismo independentista. Se ha intensificado la propaganda hasta el límite. Mis camaradas fueron a luchar, / el gesto alegre y firme el ademán; / la vida a España dieron al morir, / hoy Grande y Libre nace para mí. El escudo del instituto armado es de la misma época que la canción, por eso combina tan bien.
La consigna es clara, hay que acabar de una vez por todas con el catalanismo político, con el independentismo, cortarlo de raíz, destruirlo, aniquilarlo. Y si hay que mentir, pues se miente con toda la jeta, todo por España. Precisamente ahora, ahora que los políticos españolistas, esos políticos tan cobardes y que tienen tantos complejos y tantas manías, no molestan porque están distraídos con su campaña electoral, ahora que los poderes fácticos del Estado campan como quieren, aún menos controlados de lo que ya suele ser habitual. Tiene que ser ahora, precisamente, ahora que los políticos independentistas catalanes se pelean entre ellos como mafiosos de Chicago, hostiándose como si no hubiera mañana, ahora que el pueblo catalán está unido más unido que nunca pero muy desconcertado. Cuesta creer que nuestros representantes políticos nos hayan dejado solos, nos hayan abandonado después de escribir, algunos, un twit de compromiso. Están ocupados en otras cosas mientras se producen manifestaciones en la calle pidiendo la libertad de los detenidos. Tienen miedo de provocar aún más represión y continúan repitiendo el rollo de siempre, ausentes, como si la situación no hubiera cambiado radicalmente, como si el independentismo no sea desde de ayer sinónimo de terrorismo. “Comienza la operación —dice el tuit de Joan Tardà sin solidarizarse con los detenidos— para atemorizar e intentar hacer creer que el proceso democrático es violento. No lo ha sido ni nunca lo será por mucho que intenten convertirlo en una cuestión de orden público. Nosotros, a la catalana: cívicamente, pacíficamente, masivamente y permanentemente.” De manera paralela, a la misma hora del tuit, el político continúa abstraído en su universo particular: “Os esperamos el viernes en Barberà del Vallés! @G_Pisarello en la presentación del libro ‘Entre Itaca i Icaria’ @XavierDomenechs @RocaEditorial”. Bien es verdad que los libros no se venden solos.
De Falange a la izquierda española, progresista y transformadora, no hay tanta distancia si nos fijamos bien
Nos quejábamos de que España no ofrecía ningún proyecto para Catalunya y ayer, por fin, nos lo pusieron encima de la mesa, hasta con un lacito y todo. El proyecto de España Global es exactamente la España Oval, España por huevos, por cojones, por bemoles, por pelotas, porque ellos tienen la fuerza de las pistolas y nosotros no. Si condenan severamente a los presos políticos sin que se haya podido demostrado ninguna violencia, no hay ningún motivo para no considerar al independentismo como una forma de terrorismo. Y los CDR una organización terrorista. Porque sí, porque lo dicen ellos, por huevos, porque la propaganda política del españolismo ha pasado a la ofensiva más radical, más enloquecida. Al presidente Torra lo destituirán por una pancarta o porque animó a los CDR o porque se inventarán que sus hijos son terroristas y que él es más peligroso que la goma 2. Las formaciones políticas independentistas podrían ser declaradas ilegales y se aplicará el estrategia contra ETA al pacífico independentismo catalán porque sí, preventivamente. De hecho, será mucho peor que la represión contra los abertzales, porque como señaló el profesor Joan Queralt ayer en la televisión, a ETA sólo se la persiguió por terrorismo y al independentismo catalán desde ayer ya se le ha comenzado a perseguir por terrorismo y por rebelión. Con un par.
La España Oval, la España de la represión, es el último argumento. Ya no pueden ir más allá. Y ésta es la buena noticia. Están muertos de miedo, desesperados, intentando provocarnos por cualquier medio. Intentando que embistamos como en una corrida de toros porque saben muy bien que el independentismo no hace más que crecer y que no se deshinchará. Ahora hay que resistir y resistir más aún, porque la mentira tiene las patas muy cortas, no puede durar indefinidamente. Quien resiste gana. La España Oval es la última etapa antes de la inevitable independencia nacional de Catalunya. Ya están donde les queríamos. Lánzate al cielo, flecha de España, / que un blanco has de encontrar; / busca el Imperio, que ha de llevarte / por cielo, tierra y mar. Etcétera, etcétera.