La propuesta de Junts pel Sí de modificar algunos artículos del Reglament del Parlament de Catalunya –según los procedimientos establecidos por el mismo Reglament– para agilizar, mejorar, actualizar y facilitar, en beneficio de todos los grupos, algunos trámites parlamentarios, ha causado un gran revuelo muy capcioso.
La propuesta planteada por Junts pel Sí contempla cuestiones tan diferentes como la delegación de voto en comisión en casos de maternidad o paternidad, la adaptación de algunos plazos que ya se llevan a cabo, la posibilidad de que los promotores de una iniciativa legislativa popular (ILP) puedan participar en la ponencia redactora de la ley, y sí, también la modificación de la tramitación por lectura única de proposiciones de ley.
Por este último punto, se ha dicho de todo y más: que se quiere hacer un cambio del reglamento con "trampas", que es una "triquiñuela legal" (Cs), que no se pueden "modificar normas del reglamento ad hoc", que "no es una modificación buena para la vida parlamentaria al margen de para lo que se quiera utilizar" (PSC), que es una "burla" a los ciudadanos y una "degradación parlamentaria" (CSQP), que "se están vulnerando los derechos de los diputados" y que somos unos "trileros" (PPC).
Que las iniciativas parlamentarias se puedan aprobar por lectura única es un hecho habitual en el parlamentarismo del Estado español, tanto en el Congreso de los Diputados como en los parlamentos autonómicos.
Que las iniciativas parlamentarias se puedan aprobar por lectura única es un hecho habitual en el parlamentarismo español
El tema es: ¿esta modificación nos hace diferentes de la mayoría de Parlamentos o nos aproxima más en este punto a la mayoría de cámaras parlamentarias?
Por lectura única en el Congreso de los Diputados se han aprobado estas últimas legislaturas unas cuantas iniciativas legislativas y no poco importantes, al contrario.
Para poner algunos ejemplos en el Congreso de los Diputados:
Hace algún tiempo, en octubre del 2016, se modificó el artículo 99 de la Constitución para salir del embrollo de la investidura del señor Mariano Rajoy. También en el 2016 se modificó la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria para habilitar al Gobierno en funciones para modificar los objetivos de déficit y de deuda pública como consecuencia de una decisión de la Unión Europea. Y no podemos olvidar la modificación estrella de la intocable y sacrosanta Constitución por lectura única y "urgente" de su artículo 135 sobre la estabilidad presupuestaria de un día para el otro, y sin ser sometida a referéndum.
De hecho, en el Congreso de los Diputados en las últimas legislaturas se han aprobado un montón de proyectos y proposiciones de ley por lectura única y sin unanimidades ni muchas restricciones, ya que el reglamento del Congreso sólo precisa que la Mesa lo proponga y, escuchada la Junta de Portavoces, se acuerde en el plenario.
En el Congreso en las últimas legislaturas se han aprobado un montón de proyectos y proposiciones de ley por lectura única
Pero es que resulta que aprobar proposiciones de ley por lectura única sin que sea necesaria la unanimidad en los órganos parlamentarios (mesa, junta de portavoces, plenario o equivalentes territoriales), viendo los reglamentos de las diferentes cámaras parlamentarias, que son públicos y de fácil consulta en la red, resulta que se puede hacer en las Cortes de Aragón, en la Junta General del Principado de Asturias, en el Parlament de las Illes Balears, en el Parlamento de Canarias, en las Cortes de Castilla-la Mancha, en las Cortes de Castilla y León, en las Corts de València, en la Asamblea de Extremadura, en la Asamblea de Madrid, en la de Murcia, en el Parlamento de Navarra y de La Rioja. Es decir, una inmensa mayoría tienen regímenes de lectura única mucho más amplios y flexibles que los actuales en Catalunya.
Veo que el nuevo principio general del derecho nacido a partir de la querella del fiscal a miembros de la Mesa del Parlament en la que se excluye al señor Nuet, a partir de la cual una cosa es legal y se puede hacer si eres un diputado no independentista, y es delito muy grave si la misma cosa la hace un diputado independentista, ha creado escuela entre las fuerzas políticas unionistas y entre los diferentes "voceros del statu quo" del Estado. Lo que se da por normal en el Congreso de los Diputados y en la mayoría de Parlamentos autonómicos, cuando lo proponemos los independentistas, resulta ser una "burla", una "triquiñuela legal", una "degradación parlamentaria" y una "vulneración de derechos".
Cuando lo proponemos los independentistas, resulta ser una "burla" y una "vulneración de derechos"
Y también, como la querella del fiscal, algunos ya han decidido decirnos cuáles son nuestros pensamientos sobre la reforma del reglamento. Y a partir de aquí también se nos han vertido todo tipo de improperios y barbaridades: "de no ser demócratas", que si "golpe al Estatut, al parlamentarismo, a la libertad de expresión", etc. ¡Y lo dicen muchos de aquellos que encuentran normal y aplauden estos días que se juzguen exmiembros del Govern por poner las urnas, que piden que alguno de ellos vaya a la prisión o que el Estado haga uso de la fuerza para parar este proceso independentista, etc. ¡Esperpéntico!
Pues bien, que nadie sufra, y eso sí que lo hemos dicho por activa y por pasiva: la desconexión del Estado, la independencia, el futuro político de Catalunya se decidirá de la manera más democrática, más pacífica, más libre y más clara que hay, que es votando en un referéndum. ¿La vía legislativa que lo hará posible? Se decidirá entre muchos, y cuando toque, de las muchas que hay. Que hay y muchas.
Jordi Turull i Negre
Presidente del Grupo Parlamentario de Junts pel Sí