A partir de 2022 el Plan de Pekín es doblar el tamaño de su clase media, que ahora se estima en 400 millones y reducir a la mitad el número de trabajadores de bajos ingresos para 2035. “Un elemento clave del programa de modernización de China es que la mayoría de los chinos alcancen el nivel de ingresos medios”, límite que separa los países desarrollados de los subdesarrollados, según explicó en diciembre el alto cargo municipal Huang Quifan en el Foro Internacional de Finanzas.
El exalcalde indicó que “si la brecha entre ricos y pobres es demasiado grande, la economía se caracterizará por el subconsumo y la sobreinversión”. “La desigualdad ha demostrado ser un problema persistente”, remachó.
En su discurso anunció —a efecto de su aplicación— la importancia del recorte de los impuestos sobre la renta de las personas. Según datos oficiales, el ingreso disponible de país como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) cayó al 40% en 2012 desde el 58% en 1980. En adelante podría aumentar el 50% en 2030.
Todo se orienta hacia un giro histórico de su economía, que se volverá más dependiente de su mercado interno y será menos internacional. El comercio exterior representó el 64% de la economía china en 2006 y disminuirá gradualmente alrededor del 25%. El miedo a la competencia china está a punto de difuminarse.
Para ello, Huang dijo que China necesitaba “reducir los impuestos indirectos y aumentar los directos”. El Comité Central ha dado el visto bueno a apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que emplean entre el 70% y el 80% de la fuerza laboral en las ciudades y se han visto muy afectadas por la pandemia y la estrategia de covid cero del país.
Rompiendo con Mao, el gran presidente Deng Xiaoping, abrió la economía al capitalismo. Lo que busca ahora Xi Jinping es arrancar un modelo de socialdemocracia, que puede ser también respaldado por el apoyo popular.
Además, Xi prefiere trabajar con luces largas. Especialmente hacia el centenario de la República Popular China, que tendrá lugar en 2049, cuando, según el presidente, “el país será una nación completamente desarrollada, rica y poderosa”, donde se mantendrá la subordinación del sector privado a las necesidades públicas.
En la misma conferencia del Foro Internacional de Finanzas, Lu Lei, subdirector de la Dirección de Divisas reclamó a su vez “un entorno internacional más justo”. Pekín ha estado en máxima alerta ante el cambio de la política monetaria de la Reserva Federal norteamericana. “Los países que se encuentran en el centro del sistema monetario internacional a menudo tienen una gran voz e influyen en el mundo, por ejemplo, elevando la inflación general”.
Pekín ha estado en máxima alerta ante el cambio de la política monetaria de la Reserva Federal norteamericana
De aquí en adelante se busca una mayor cercanía entre los grandes, por lo que todas las piezas empiezan a cambiar poco a poco y a reajustarse. Los modelos económicos van detrás de ellos.