Siempre se ha dicho que los catalanes somos muy tacaños, que solo pensamos en el dinero y en poco más; pero esta conjetura de poca monta no es más que una cortina de humo para esconder nuestra verdadera idiosincrasia: los catalanes somos los europeos más sexuales. Sí, hoy empiezo el artículo revelando una verdad que nos ha sido ocultada generación tras generación. Yo, como filóloga, ya hacía tiempo que la intuía —los catalanes no sabemos decir nada sin utilizar el verbo fotre o cardar (Què cardes?, No he cardat ni brot avui, No fotis!, Es va cardar una hòstia!, Fotia molta pena...)—; pero hasta hace poco no me enteré de algo que corroboraba todas mis sospechas. ¿Sabéis quién escribió el primer manual del sexo de la Europa medieval? Es obvio, ¿verdad? Un catalán o una catalana. ¡Me juego una docena de huevos que era de Olot! Porque ya sabéis qué dicen: «quien no folla en Olot no folla en ninguna parte».

El libro en cuestión se titula Speculum al foder (en castellano: ‘Manual del joder’), y lo escribió algún o alguna influencer de la época, que, para conseguir más visualizaciones, decidió escribirlo en catalán y ser anónimo. Lo que me hace pensar que, en la Edad Media, el catalán lo petaba mucho. Pero centrémonos en lo que realmente nos interesa: ¿de qué habla exactamente este libro? Pues, este fantástico manual del sexo habla de posturas sexuales, de seducción, del placer femenino (parece imposible, ¿verdad?), de remedios caseros para tener más libido o para mejorar la calidad del esperma; da consejos para tener una vida sexual más placentera, e, incluso, menciona una herramienta, el godomassí, que es el predecesor del consolador. ¿Puede ser que en la Edad Media estuviéramos mucho más avanzados intelectual y sexualmente? No he dejado de hacerme esta pregunta desde que me llegó la buena nueva.

Hay seis cosas que nos permiten tener salud: comer y beber; velar y dormir; el ejercicio y el reposo; las repleciones y las evacuaciones (entre ellas la eyaculación); el aire que nos rodea, y las pasiones del alma

En cuanto a su origen, la mayor parte del Speculum al foder es una traducción de un tratado en latín, el Liber minor de coitu, que está basado en el Liber de coitu, que fue redactado en latín en el siglo XII por Constantino Africano y que se basa en unos libros árabes, que, a su vez, han bebido del Kamasutra indio. Ya veis que, cuando estiras el hilo (de cualquier tema), todo va a parar al mismo sitio: al sexo. Y eso los catalanes medievales lo sabían muy bien. Por eso no dudaron en ser los primeros en explicarlo por escrito y en compartirlo (un secreto así no se puede guardar). Este hecho debería hacernos pensar que quizás los catalanes no somos tan tacaños como las habladurías nos quieren hacer creer (y confirma mi teoría de la cortina de humo).

Los catalanes, sin ser conscientes de ello (porque la información de este manual está dentro de nuestro inconsciente colectivo), hace años que sabemos —como sabía Claudio Galeno (médico griego de la época clásica)— que hay seis cosas que nos permiten tener salud: comer y beber; velar y dormir; el ejercicio y el reposo; las repleciones y las evacuaciones (entre ellas la eyaculación); el aire que nos rodea, y las pasiones del alma. Ahora ataréis cabos y entenderéis muchas cosas. ¿Por qué creéis que nuestros ancestros inventaron la sardana, el pan con tomate y los Aromas de Montserrat? Pues porque sabían perfectamente que estas tres simples invenciones englobaban las seis cosas necesarias para vivir muchos años con una buena salud física y mental. Como veis, nada de la cultura catalana es fortuito; ni siquiera el alioli. Pero esta historia ya os la contaré otro día…