Sí, la jugada de Mas rematando en tiempo de descuento una pelota perdida entre un mar de piernas dio una victoria importante. Al proceso, a él y a Convergència. Pero no perdamos de vista que sirvió, sólo, y con respecto al conjunto de los ciudadanos, para pasar a octavos de final. O sea, la victoria agónica nos mantiene vivos en una competición que ahora empezará a vivir los partidos realmente importantes.
Y hay una parte de la jugada que no entiendo. Tal como nos lo explicaron el sábado, Mas se apartaba y se llevaba por delante a la CUP más dura. Era un cambio de piezas consistente en Rey por Reina (Mas por Gabriel) y de propina álfiles, torres y caballos (dígale el resto del sector del NO). No nos dijeron nombres, pero todos lo entendimos así. Era aquello del "me habéis querido humillar y ahora fulmino el 50% que me ha estado tocando las narices".
Pero han pasado dos días (y parece que hayan pasado 23) y en la investidura del nuevo presidente, la portavoz de la CUP fue... Anna Gabriel, el demonio "conver" hecho flequillo. Y los dos diputados/diputadas que tenían que irse (una condición que todavía ahora no entiendo) no son ella ni nadie del sector considerado "duro", sino más bien lo contrario. Y, muy bien, se marchan dos (insisto, no le veo el qué), pero entran dos más en un partido que tiene como uno de los signos más identificativos que, precisamente, las personas no importan. Por lo tanto, ¿cuál es el sacrificio que presuntamente paga a la CUP?
Debo ser limitado o me fijo poco, pero por lo que he ido escuchando (por ejemplo, esta mañana a Benet Salellas a Els Matins de TV3), tampoco me ha quedado claro eso de los dos diputados que quedan adscritos a Junts pel Sí. Van, sí, pero, ¿a hacer qué? ¿Qué y cuándo votarán con la mayoría? Escuchando a Anna Gabriel en RAC1 me ha parecido entender que serán temas relacionados con el procés. Muy bien pero, ¿un recorte también? ¿Reprobarán un conseller que no haga bien su trabajo? ¿Dónde está aquello que le llaman las líneas rojas a la hora de ceder los dos votos?
No sé, tengo la sensación de que nos dijeron que cambiaban Rey por Reina y al final el cambio real ha sido Rey por un señor de Murcia que pasaba cerca del tablero. Y también tengo la sensación de que la jugada real ha consistido en que Mas evitara una derrota en marzo que lo haría marcharse fatal, que CDC pueda refundarse en orden y no en plena derrota y sin líder, y cortar las alas a Esquerra y al colauismo. En el primer caso, situando Junqueras en Economía para que el FLA lo vaya asando lentamente hasta convertirlo en cenizas y en el segundo, evitando que BCN en Comú tome aire parlamentario.
Y una última cosa. No puedo evitar la metáfora futbolística. Ronaldinho, Pep, Xavi, Puyol, Valdés... Eran imprescindibles. Pero han venido Messi, Luis Enrique, Suárez... Y la gente recuerda a aquellos ídolos, pero ahora tiene otros, quizás de momento con menos carisma (o carlismo), pero como que ganan jugando bien y haciendo disfrutar, el pasado ya está en el museo de la memoria. Porque en fútbol y en política, ayer es el año pasado.