Para tener claro de lo que estamos hablando, mejor miramos y escuchemos de lo que estamos hablando exactamente y no de lo que nos han dicho o hemos oído decir a alguien que ha oído decir.
Le paso el enlace al poema "Mare Nostra" que Dolors Miquel recitó durante el acto de entrega de los premios Ciudad de BCN. Ah, aviso: Si usted es muy, muy creyente, se ve que hay riesgo de que se ofenda, como le pasó a Alberto Fernández Díaz, concejal del PP en BCN que se marchó del acto en cuestión en señal de protesta. Por lo tanto, si fuera así, no se mire el vídeo.
¿Qué, se ha ofendido? ¿Sí? Pues me sabe muy mal, sinceramente, pero yo ya le había avisado. Y si ha sido así, pidiendo las disculpas pertinentes una vez más, ¿me permite una pregunta? ¿La ofensa ha sido como para denunciar a la alcaldesa Ada Colau por un delito de omisión del deber de perseguir delitos, tipificado en el artículo 408 del código penal y como para denunciar Dolors Miquel por un delito contra los sentimientos religiosos, tipificado en el artículo 525.1? ¿Sí? ¿Cree que las denuncias son proporcionadas? Bien, entonces no tengo nada que decir porque ya se sabe que eso de las ofensas y las percepciones son cosas muy personales.
Pero si le interesa mi opinión, le diré que a mí me ofenden muchas cosas cada día (Ojo, pero muchas), pero nunca se me pasaría por la cabeza dedicarme a judicializar mis ofensas. Por lo tanto, no haría lo que han hecho los señores y señoras de la Asociación Española de Abogados Cristianos, que son quienes han presentado la denuncia. Y no lo haría po:
1/ tengo otro trabajo.
2/ mis ingresos no me permiten acudir a la justicia tan alegremente.
3/ creo que los juzgados tienen cosas más importantes que hacer que dedicarse a estudiar si lo que me ofende a mí es delito o no.
4/ no necesito usar ninguna causa ideológica para hacerme publicidad entre los que creo que pueden ser potenciales clientes míos.
Pero tampoco lo haría para no participar en la que, sospecho, es una corriente ideológica-estratégica consistente al llevar a la justicia cualquier caso que pueda servir para poner leña al fuego del debate politico-religioso de las dos españas. Un debate primario consistente en hacer grande la grieta existente entre "los come-curas" y los "Viva Cristo Rey". Los unos provocando a los otros y los otros provocando a los unos. Una tensión, que aunque es artificial, da pereza. Porque sólo es propaganda. Y tener que leer en los libros de historia que, por crear un cierto estado de opinión, dos titiriteros fueron detenidos por la Audiencia Nacional acusados de hacer un juego de palabras mejorable o que se juzgó a una alcaldesa y una poetisa por un poema más provocador que de premio nacional, pues mire, hablando de provocar, no me provoca precisamente emoción.
Ah, y sobre la moda esta de marcharse cada vez que escuchas una cosa que no te gusta (o que haces ver que no te gusta) o que te ofende (o que haces ver que te ofende), me temo que si yo empezara a hacerlo, provocaría una corriente de aire tan bestia que aquí empezaría a haber unas pulmonías que no te las acabas.