Las elecciones se empiezan a poner interesantes gracias, como a menudo pasa, a la irrupción de las encuestas. En estas fechas, además, si su aparición la combinamos con los excesos navideños de atracones en burbuja, todo junto propicia digestiones pesadas sobre todo y principalmente en aquellos que van viendo cómo se les pisan los talones.
La legítima —y necesaria, me atrevería a decir— competición electoral nunca puede hacer perder la perspectiva de la realidad de las cosas y, en ningún caso, puede ser campo adobado para economizar con la verdad, para utilizar el lazo amarillo como arma arrojadiza entre compañeros de lucha o para atentar contra las necesarias alianzas postelectorales que tendremos que tejer, a pesar de todo, para sacar adelante el día a día del país y al mismo tiempo ganar la libertad que, no lo olvidemos, al menos para Junts, es el objetivo esencial.
Todo eso viene a cuento del desafortunado escrito del opinador profesional Roger Heredia, publicado el día de Reyes en este medio y sin duda fruto de una digestión pesada que ha provocado un artículo execrable por, mínimo, un par de motivos, y motivador del mío de hoy en respuesta.
El primer motivo para responderlo y muy importante por universal es porque se utiliza el lazo amarillo, símbolo de todos los que luchamos por la libertad de nuestros presos políticos y exiliados, en vano, de forma chapucera, espuria y con un tono mercantilista indignante y, de hecho, merecedor de una reprobación, en primer lugar, de los "suyos", si es que alguien lo reconoce todavía como propio después de su artículo. No todo vale. Repito. No todo vale para hacer campaña.
El segundo motivo de mi artículo en respuesta no tan universal, pero tampoco menos importante, es que no tengo ninguna intención de pasar por alto la serie de afirmaciones falsas, lanzadas desde el desconocimiento y de forma gratuita en referencia a Junts per Sabadell, alineada con Junts per Catalunya, a mi persona y a la realidad de los pactos existentes en Sabadell, la quinta ciudad del país, a día de hoy.
Primero de todo cabe decir que quien gobierna en Sabadell después de las últimas elecciones municipales es una coalición de PSC-Podemos, básicamente porque la ciudadanía fue quien desalojó el gobierno cuadripartido (ERC-CUP-comunes y Guanyem) del Ayuntamiento de Sabadell a golpe de urnas. De hecho, sólo queda un concejal de los 14 en que conformaron el anterior Gobierno municipal, por culpa de la nefasta no acción de gobierno durante cuatro años de quienes se dicen progresistas. Como consecuencia, el electorado barrió en primera instancia, y afortunadamente para los y las sabadellenses, cualquier posibilidad de reeditar el cuadripartido que se habría reproducido si hubiera sido aritméticamente posible, excluyendo a Junts per Sabadell. Como siempre, antes habrían apostado por un gobierno con no independentistas que con independentistas
Constatado eso, el otro hecho que imposibilitó que ERC de Sabadell pudiera volver a tener la alcaldía fue la incapacidad manifiesta de su cabeza de lista y la de su número dos y actual portavoz de negociar para convencer a la única persona de todo Sabadell que tenían que convencer a fin de que les diera apoyo: la concejala de Podemos. Tenían los tres votos de Junts si conseguían el único que tenía Podemos. Si no, no tenían nada que hacer. Pues, desgraciadamente, no fueron capaces de eso. Todavía recuerdo la soberbia negociadora que gastaron el cabeza de lista y su número dos en las reuniones con Junts y se puede entender perfectamente que si este fue el estilo que aplicaron con la concejala de Podemos, el resultado haya sido el que ha sido. No tener la alcaldía.
Las cosas son como son y no como a algunos les gustaría que fueran. La verdad no se puede maquillar y tampoco es mutante por mucho que duela. Igual que tenemos que tener claro que si después del 14 de febrero ERC tiene la oportunidad, reeditará el tripartito de infame recuerdo dejando fuera a Junts. Por lo tanto, encaramos las elecciones con la certeza de que solo Junts es garantía de un gobierno independentista en Catalunya, leal a los presos políticos y exiliados y que al mismo tiempo dé respuestas con solvencia y certezas en el difícil día a día de la ciudadanía. Para el resto, Primperan.
Lourdes Ciuró es concejala de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Sabadell