Es la segunda vez que ocurre. Carlos Mazón no avisó al PP de su pacto de gobierno con VOX a un mes antes de las generales e hizo añicos la campaña popular del 23J. La réplica con VOX ha ocurrido igual. No ha informado del preacuerdo de presupuestos con la ultraderecha y ha dejado colgado a Alberto Núñez Feijóo de sus palabras. Por salvarse él, vende al PP. Y como en julio de 2023, hay quien teme en Génova que hunda a Feijóo dos veces. Hace unos días el líder del PP unía el futuro de Mazón a la vía judicial. Ahora es Mazón quien ata en su mástil a Feijóo. En menos de dos días ha pasado de culpar al ejecutivo central de la DANA a pedir “saber qué pasó, quiénes son los responsables y que se investigue hasta el final”. Ahora, a traspié, respalda unos presupuestos valencianos de los que Santiago Abascal tenía conocimiento antes que él.
Santiago Abascal ha leído bien la situación títere de Mazón y quiere más. Por lo pronto, torcerle el brazo al PP en lo ideológico, además de participar en el reparto de fondos de la DANA. El ‘Mazón se vende’ o ‘se hace de VOX’ tan repetido tras la firma del pacto salva su puesto solo de forma temporal. En Génova le han vuelto a respaldar, pero Feijóo notará este segundo envite en su propio desgaste y reaccionará. La única duda es si lo hará demasiado tarde. Como el 23J, el papelón es de Génova. En el Congreso del Partido Popular Europeo en València a finales de abril, Feijóo tendrá que hacer frente a las protestas de los valencianos —habrá abucheos seguro, como cada día—, acompañar a un president que miente y no asume su responsabilidad en la gestión de la DANA y hacerlo con un gobierno autonómico que desafía a la presidenta de la Comisión. El Pacto Verde lo impulsó el Grupo Popular Europeo y, aunque ahora la postura sea matizarlo, Mazón ya es el del “fanatismo climático” frente a Ursula von der Leyen, la artífice del paquete de medidas para frenar el cambio climático.
En la huida de Carlos Mazón hacia delante, el papelón cada vez es mayor para el PP
La celebración en redes del líder de VOX es la capitulación de Mazón, apoyado más por Abascal que por Feijóo. Al unir la reconstrucción de la Comunidad Valenciana a los bastiones ideológicos de la ultraderecha, coloca el timón de la Generalitat hacia el eje programático de VOX. “Sin complejos”, según Abascal. Para VOX, la lucha contra el cambio climático y la migración son las causas y las consecuencias de la DANA. Ahora para Mazón, también. En consecuencia, para el PP. Con más de 74 municipios por levantar, con una gota fría de la que no hay precedente en este siglo, Mazón cede a los 13 diputados ultras y convierte los “presupuestos de la reconstrucción” en la batalla política contra la cooperación internacional, la memoria histórica o la defensa de la familia tradicional.
En la huida de Carlos Mazón hacia delante, el papelón cada vez es mayor para el PP. Al inicio de las fallas, en el icónico balcón del Palau estuvieron Esteban González Pons y Borja Sémper. Ambos huyeron de las preguntas de los periodistas al terminar igual que lo hizo este fin de semana su secretaria general Cuca Gamarra y el alcalde de Madrid, José Luis Almeida. En el pacto presupuestario PP-VOX Génova ha salido a defenderlo con escasa credibilidad.
El PP confía en que después de Valencia se desbloqueen los presupuestos en Aragón y Murcia. Si es con la fórmula valenciana será fácil, solo tienen que incluir el programa ideológico en las cuentas públicas de cada gobierno autonómico. Pero a Feijóo no le saldrá gratis apoyar a Mazón o ponerse de perfil. Las manifestaciones en Valencia han sido multitudinarias. La convocada para el 26 de marzo sacará a la calle a miles de valencianos por partida doble: contra el pacto con VOX y las mentiras de la DANA. Y la premonición del 23 J sobrevuela Génova. Cuando te engañan dos veces, la segunda es culpa tuya.