Desayunan demasiado fuerte. Dulce, salado y PIN (Productos No Identificados). Y se ponen ropa interior tres tallas pequeña. Y la rellenan con ortigas por la parte que toca la piel. Y, claro, después van a los parlamentos y pasa lo que pasa. Primero los convirtieron en tabernas sórdidas y llenas de decrepitud, ahora los hemiciclos son el taller de Geppetto y ellos el muñeco de madera que dispone de una nariz que aumenta hasta el infinito. Y más allá.
Hoy había sesión de control al Gobierno, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Parlament, y los partidos de derechas han sacado lo que llaman el "Caso Canet" y la máquina de vomitar por aspersión. Allí Pablo Casado -el todavía líder del PP- le ha dicho a Pedro Sánchez: "Usted es padre. Yo también. No puedo entender cómo deja abandonado a un niño de cinco años mientras sus socios separatistas dicen que hay que apedrearlo". Después ha repetido aquello de que se aplique el 155 y ha amenazado a la Generalitat con una denuncia "por desobediencia". Y ha seguido con un "¿Le parece bien que unos totalitarios ataquen a un niño? ¿Para qué sirve un gobierno que deja tirados a los más desfavorecidos?". Aquí ha sido cuando ha mezclado un caso de prostitución de unas niñas tuteladas por el gobierno de las Baleares con unos abusos sexuales a una menor del exmarido de Mònica Oltra, vicepresidenta del gobierno valenciano, y unos "dibujos en euskera" -un momento absolutamente delirante- para rematarlo con un "¿Qué coño tiene que suceder en España para que usted asuma alguna responsabilidad?". Fino, fino.
Ha tomado el relevo Inés Arrimadas con un "Esta familia está sufriendo 'escraches' y amenazas de apedrear su casa animadas por la Generalitat y por TV3. Después dicen que son pocas familias.. ¿Cómo quiere que no sean pocas sabiendo lo que las sucede después?". Más adelante le ha reprochado no haber hecho nada para "proteger a este niño" porque "cuando tienen el fascismo y el odio delante, ustedes nunca actúan". Mientras, aquí, Carlos Carrizosa afirmaba "Canet es una especie de Ermua, salvando las distancias", refiriéndose al asesinato de Miguel Ángel Blanco. Si, muchas distancias, efectivamente. Son tantas y tan lejanas que anulan una afirmación que incluso ofende y ensucia todavía más la trayectoria parlamentaria de quien la ha perpetrado. Que ya es ofender y ensuciar.
Realmente esto que han hecho hoy Casado, Arrimadas y Carrizosa es muy difícil. Porque han conseguido decir más mentiras que palabras han pronunciado. Cada letra excretada eran tres invenciones y cuatro cuentos, con lo cual estamos ante el temporal de falsedades por metro cuadrado más intenso de la historia reciente de la humanidad. Ningún "socio separatista" ha dicho que "hay que apedrear ningún niño. MENTIRA. Fue un tuit -UNO- de un particular. La familia no ha sufrido ningún 'escrache'. MENTIRA. La "Generalitad y TV3" no han animado a nadie a apedrear nada. MENTIRA.
Y sobre el fascismo y el odio... Hostia, es que ya que mienten, un poquito de por favor, ¿no? Las únicas pintadas fascistas y de odio que han aparecido en Canet relacionadas con el caso que nos ocupa, son estas:
Por cierto, que en esta última, la ausencia de una coma donde debería quiere decir que el autor, o bien 1/ Realmente piensa que los niños son unos bastardos, o bien 2/ Aparte de nazi es analfabeto, cosa que en un porcentaje muy elevado de casos son sinónimos (por cierto, aviso al nazi autor de las pintadas por si lee esta pieza y consigue entenderla: sinónimo no es ningún insulto). Total, que después de tres días diciéndonos nazis a todos, todas y todis los catalanes, lo único nazi que ha aparecido por aquí han sido estas pintadas de quien defiende el mismo relato que quien nos llamaba nazis. Pintadas que, por supuesto, no publicará ningún medio de Madrit (concepto). Porque incluir pintadas nazis a su relato sobre Canet los desmontaría su relato según el cual los nazis son los otros..
Hace treinta y cinco años que en Catalunya existe la inmersión lingüística y nunca había sucedido nada hasta que Ciutadans nació para dividir a nuestra sociedad y el PP se añadió para no perder comba. Y ahora que se han dedicado millones de euros de dinero público en intentar fracturar nuestro país, resulta que el gran éxito que han conseguido es que les hagan caso treinta y dos familias. Treinta y dos entre un millón y medio alumnos. ¡Huy sí, qué gran problema la inmersión!
Y, hablando de problemas... Nuestro gran problema es que nos falta es cinismo y desvergüenza. Porque lo que deberían hacer las familias del millón cuatrocientos noventa y nueve mil novecientos sesenta y ocho mil alumnos que no tienen ningún problema con la inmersión es solicitar que, efectivamente, se cumpla totalmente la ley y que el 75% de las clases que se impartan en las escuelas catalanas sean en catalán. Porque esta es la realidad, no que se cumpla el 25% en español. ¡Y cada vez que nos ponen el anzuelo, picamos!