A mí me gusta más Sansón que Dalila. Sansón, el héroe bíblico con su fenomenal pelo al viento que le confiere una fuerza descomunal. El secreto de su fuerza es tener el pelo largo, confidencia que revela a Dalila, que lo traiciona. Para los que os habéis comprado la Biblia por Sant Jordi, el pasaje se encuentra en Jueces, 16. Para los que hacéis la escapada a Londres del puente del 1 de Mayo, lo encontraréis en un espléndido cuadro de Rubens, en la National Gallery. Con motivo del estreno de la película Sansón, la ONG Mechones Solidarios ha pedido dar pelo para personas con cáncer: se harán pelucas gratuitamente para gente que no se las puede comprar. Entre el 7 y el 10 de mayo hay casi 2.000 peluquerías que se han adherido a la campaña.
La película llega el 18 de mayo y la campaña de donación empieza esta semana. Volvemos a Rubens: Sansón y Dalila es una obra de óleo sobre madera, probablemente pintada en 1609. El cuadro muestra el momento en que Sansón se duerme con confianza en el regazo de Dalila, mientras un criado le corta el pelo. Después, naturalmente, ya no posee la fuerza y los soldados enemigos filisteos lo pueden arrestar. En las películas y en algunas representaciones es Dalila quien le corta el pelo, pero según el texto bíblico se lo pidió a un sirviente.
Cuando se estudiaba Historia Sagrada (no la sacralización de la historia que algunos han intentado), se enseñaba la célebre obra de Cecil B. De Mille de 1949, con Victor Mature de Sansón y Hedy Lamarr de Dalila. También, más tarde, en 1996, Elizabeth Hurley interpreta a Dalila para la televisión.
La historia de Sansón es la historia de un elegido para liberar a su pueblo. Un héroe. En la película de ahora, dirigida por Bruce MacDonald, se verá a un toro luchador que Dios ha escogido para liberar Israel de los filisteos. Los productores pretenden que "la gente vea cómo los fracasos no determinan nuestro futuro, sino que son la fuente a fin de que renovemos nuestras fuerzas. Un viaje de pasión, traición y redención". Conceptos, todos ellos, que resuenan con fuerza en un momento histórico como el nuestro.
La parte que me interesa de Sansón no es su fidelidad al voto o su debilidad al confesar el secreto de su fuerza, sino que ya sin pelo ni energía sigue creyendo y sale adelante
Dalila proviene del hebreo laylah, que significa 'noche'. También puede querer decir 'sexi' o 'flirteo'. Dalila es el emblema de la mujer audaz e independiente que toma decisiones, pero que destaca por el arte de la seducción y la perdición, un prototipo muy cansino asociado a la mujer que ya nos viene de muy lejos y nos está trayendo problemas todavía ahora y aquí. La que decide, y crea confusión, es una traidora. Sansón llegará a las grandes pantallas y una pregunta que me hago es si la gente joven que la vea relacionará al héroe con el texto bíblico, o pensarán que es una invención. La frágil línea entre tradición no conocida, por ignorancia, y la ficción, es muy lábil.
La película se vincula ahora a la donación de melenas para hacer pelucas, y eso es interesante porque por una parte posibilita rescatar la historia bíblica y explicarla a quien no la conoce —yo lo acabo de hacer ahora mientras tomaba un café con Kevin, un alumno—, pero también porque conduce a una acción. Del relato bíblico a las pelucas. De la historia a la solidaridad. La campaña para donar pelo sirve para que pacientes que necesitan pelucas puedan tener. El lema es claro: "Dona tu pelo, dona tu fuerza".
Dalila es la mujer que "desarraigó o empobreció", la que consiguió que a la cuarta (no a la tercera va la vencida) que Sansón le confesara que no se cortaba el pelo porque había hecho una promesa. Sansón y Dalila me remite a la infancia, cuando confiabas un secreto y un amigo te traicionaba y lo explicaba a los otros. Cuando te haces mayor ya vas con cuidado, de airear confidencias. La parte que me interesa de Sansón no es su fidelidad al voto o su debilidad al confesar el secreto de su fuerza, sino que ya sin pelo ni energía sigue creyendo y sale adelante. Parece que haya ganado Dalila, porque según las reglas de este mundo, así es. Pero Sansón el velloso, Sansón... tenía otra agenda.