El resultado de las elecciones en el Parlamento de Vitoria-Gasteiz asegura la continuidad del pacto PNB-PSE que no solo funciona en la Eusko Legebiltzarra sino en las diputaciones y en los municipios donde los jeltzales no tienen mayoría. Sin embargo, que sigan gobernando los mismos de siempre, no quiere decir que todo será igual como hasta ahora. Sino al contrario, el resultado, con caída del PNV y subida de EH Bildu hasta empatar, quiere decir que hay una alternativa a los de siempre. Así que a partir de ahora el PNV no vivirá muy tranquilo, pendiente del retrovisor y sintiendo en la nuca el aliento de su perseguidor.
Lo que ha pasado en Euskadi es que se ha consolidado el cisma del movimiento nacionalista entre derechas e izquierdas, tal como pasó en Catalunya cuando el movimiento que lideraba Jordi Pujol se despedazó con alternativas pretendidamente de izquierdas como ERC y la CUP. La gente se cansa de ver siempre a los mismos, sobre todo las nuevas generaciones, que son las que quieren el cambio y necesitan matar al padre.
Obsérvese un detalle. PNV y EH Bildu suman 54 diputados de 75 y los dos son imprescindibles para mantener la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Si tan patriotas son se pondrían de acuerdo para sumar fuerzas y sacarle tanto como quisieran a Sánchez. Pero no lo harán. Y no lo harán porque la prioridad de cada uno será competir para superar el otro que es con quien se disputará el poder foral.
Euskadi cobra un alquiler a España por dejarle poner la bandera y la única negociación que mantiene gobierne quien gobierne es subir progresivamente el precio que cobran los vascos por fingir que también son españoles
Por cierto, el poder autonómico de Euskadi no tiene nada que ver con lo que tenemos aquí. Los vascos ya han asimilado que todavía saldrían perdiendo con la independencia. Euskadi cobra un alquiler a España por dejarle poner la bandera y la única negociación que mantiene gobierne quien gobierne es subir progresivamente el precio que cobran los vascos por fingir que también son españoles. La caja de la seguridad social, que era algo sagrado, ya está a punto de caer.
Y una cosa más. Bildu ha sido presentado, esta vez también por el PSOE, como el heredero de ETA. Si eso fuera verdad, tendríamos que llegar a la conclusión de que ETA tiene ahora más apoyos que nunca. O que los ciudadanos vascos prefieren mirar adelante. La realidad la capté no hace mucho hablando con una joven euskaldun, ingeniera recién graduada, que no dudaba de que votaría a Bildu. En la conversación surgió el nombre de Josu Ternera. No sabía quién era ni de quién le hablaba. No entendía la relación del personaje con la política. Quizás algunos lectores de este artículo, tampoco. Depende de la edad. El tiempo es inexorable e implacable.