Ha transcurrido una semana desde la anterior encuesta y ya estamos casi en la mitad de la campaña electoral, aunque durante estos días se ha hablado relativamente poco de los temas estrictamente de gobernanza y de las hipotéticas políticas del nuevo Govern, y sí, en cambio, se ha hablado mucho de la decisión de Pedro Sánchez de seguir o no como presidente del Gobierno, y eso ha marcado la agenda y seguramente explica, en parte, la estabilidad de fondo de los datos de la encuesta de esta semana.
Se mantiene un nivel muy alto de indecisos: uno de cada tres votantes potenciales no ha tomado una decisión definitiva, si bien sí que los electores tienen preferencias y lo expresan en la encuesta en la pregunta de entre quiénes dudan, pero no lo hacen en la pregunta directa de intención de voto y, por lo tanto, indica todavía alta volatilidad y una toma de decisión relativamente débil.
El PSC se mantiene como el partido con un porcentaje más alto de voto si hoy se celebraran las elecciones, con un pronóstico en torno a los 40 diputados. A cierta distancia, se sitúa en segunda posición, como ya apuntaban los datos de hace una semana, si bien con un pequeño retroceso, Junts per Catalunya de Carles Puigdemont (31-33 diputados), y siempre por delante de ERC (26-28 diputados).
Se mantiene un nivel muy alto de indecisos: uno de cada tres votantes potenciales no ha tomado una decisión definitiva
Detrás de los tres principales partidos, a mucha distancia, se sitúan el resto de opciones. Se sigue registrando un duelo entre PP y Vox, con un nivel de apoyo similar (en un intervalo que oscila entre 11 y 12 diputados, respectivamente), lo que —si finalmente se mantiene en el día de las elecciones— significaría que la suma de este espacio en Catalunya habría aumentado en relación con la serie histórica de los resultados en el Parlament, lo cual implicaría que nuevos electores se sitúan en estas coordenadas de derecha españolista; en muchos casos, se trata de nuevos electores jóvenes. Habrá que ver si finalmente los resultados finales son estos, o simplemente es un efecto de una movilización selectiva con tempos diferentes según los espacios políticos. Que estos días se haya hablado mucho de la decisión de Pedro Sánchez, refuerza al PSC; pero en tanto que es un tema de política española que genera la respuesta airada por parte del PP de Alberto Núñez Feijóo y Vox a escala española, retroalimenta a sus respectivos votantes en Catalunya, en un clima de mucha hostilidad y, por lo tanto, muy presente en el debate mediático estatal y, de rebote, catalán.
Finalmente, en posiciones de un solo dígito en expectativas en términos de escaños, se sitúa Comuns-Sumar, que mantiene posiciones a la baja; retroceso evidente de la CUP, y ahora se registra la novedad de la posible entrada de Aliança Catalana (AC), con más probabilidades por las circunscripciones de Girona y Lleida, aunque crece en todas partes.
Ahora habrá que ver cómo la última semana de campaña incide en la toma de decisión del voto, y más sabiendo —por la experiencia de otras elecciones— lo volátiles que son ciertos segmentos electorales y cómo todos los partidos tienen franjas de frontera que se activan a última hora y por estímulos no siempre previsibles por parte de los estrategas de campaña; los errores no deseados a veces alteran resultados. Queda una larga semana de campaña.
Jordi Sauret, Dr. en Sociología y CEO del Institut Feedback d’Investigació Aplicada