Tal día como hoy del año 1470, hace 552 años, en Libourne (entonces Gascuña inglesa y actualmente departamento de Gironda en Francia) moría Gastón de Foix, hijo de la reina Leonor I de Navarra y de Gastón IV de Foix, rey consorte de Navarra, vizconde de Castellbò, conde de Foix y copríncipe de Andorra. Gastón murió a causa de las heridas causadas por un rival en una “justa” (un torneo de caballeros). En el momento en que se produjo este incidente, Gastón ostentaba el título de Príncipe de Viana, que equivalía a la condición de heredero en el trono de Navarra. Después de la muerte de la reina Leonor (1479), la corona pasaría en manos de Francisco Febo (1469-1483), hijo del difunto Gastón; pero el gobierno efectivo lo ejercería Margarita de Francia, madre del nuevo rey.
Los Foix habían llegado al trono de Navarra con el matrimonio de Gastón IV y Leonor, hija de la reina Blanca de Navarra y de Juan de Trastámara (más adelante Juan II de Catalunya y Aragón). Después de la muerte de Gastón en las justas de Libourne, empezó a circular una profecía que aseguraba que los Foix no se perpetuarían en el trono de Navarra, por la implicación de Gastón IV y Leonor en los asesinatos de Carlos (1461) y Blanca (1464), hermanos de la reina y que la precedían en el orden sucesorio en el trono. La prematura muerte sin descendencia de Febo (1483), alimentaría aquella profecía. Febo sería sucedido por su hermana Catalina, que se casaría con Juan de Albret y sería la última monarca navarra de la estirpe “andorrana” de los Foix.
La llegada de los Foix al trono de Navarra también se explica por la estrecha relación con los Trastámara de Barcelona. Esta relación se sustentaba sobre la existencia de un enemigo común: los Bellónidas; que en el caso de los Foix venía de la época en que, después de la muerte de Juan I (1396), Mateo de Foix, casado con la hija primogénita del difunto, había optado a heredar la corona. Después de un breve conflicto (1396-1397) había sido derrotado y confiscado por Martín I —hermano de Juan I y último Bellónida— Posteriormente, Juan de Trastámara, se sentaría en el trono de Navarra (1419) y, años después, Gastón IV se convertiría en su yerno (1434). Una sobrina de Gastón hijo, hija de su hermano pequeño Juan y de María de Orleans sería Germana de Foix, segunda esposa del rey Fernando el Católico.