Tal día como hoy del año 1878, hace 144 años, en Le Havre (Francia), moría María Cristina de Borbón-Dos Sicilias; que había sido reina consorte de España —por matrimonio con Fernando VII— (1829-1833) y, al quedar viuda, reina regente de España —por la minoría de edad de su primogénita Isabel II— (1833-1840). María Cristina de Borbón fue obligada a renunciar a la regencia antes de que su hija y heredera alcanzara la mayoría de edad, cuando se filtró que poseía una gran fortuna oculta que había obtenido de forma totalmente fraudulenta.
Entre 1840 y 1843, durante la regencia del general Espartero, el gobierno la sometió a una estricta vigilancia; y en alguna ocasión habían estado muy cerca de descubrir el escondite de este fondo opaco, que las clases dirigentes y la prensa de la época llamaban "bolsillo secreto". Pero siempre que se había producido esta circunstancia, alguien de la policía avisaba al entorno de María Cristina que, rápidamente, lo trasladaba a otro lugar oculto. El origen de aquel fondo había sido la venta de la corona española a Napoleón (Bayona, 1808).
Pero aquel "bolsillo secreto" se había agrandado notablemente con las actividades de María Cristina a partir del momento que había quedado viuda. Durante buena parte del siglo XIX se dijo que no había ningún gran negocio en España (armas, minas, ferrocarriles) en el que no participara María Cristina. Pero la parte del león le venía de la actividad delictiva del trato de personas. María Cristina fue, durante décadas, la jefa de la trama ilegal de trata de esclavos mayor del mundo, que operaba entre las costas de Guinea y los "varaderos" clandestinos del sur de la, entonces, colonia española de Cuba.
Aquella trama estaba participada por altos funcionarios del Estado español en la metrópolis; por militares españoles en la colonia de Cuba; y por armadores catalanes, vascos y andaluces que deportaban a las personas capturadas a través del Atlántico en condiciones infrahumanas, que pasarían a formar parte de la élite económica de sus territorios; y se convertirían en uno de los principales apoyos al régimen borbónico (Restauración borbónica de 1873, después de que los militares derrocaran la I República); y que serían ennoblecidos por los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII.