La información que los ciudadanos españoles y belgas reciben sobre el islam es deficiente. Si le sumamos la que tienen sobre mujeres musulmanas, podemos añadir que es precaria, escasa, negativa y superficial. Un informe liderado por el IEMED con la Fundación Al Fanar concluye que se tienen que activar propuestas para aumentar la presencia de voces musulmanas. Estos días en Madrid, Bruselas y el martes día 21 en Barcelona, en la sede del Institut per la Mediterrània, se presenta un informe fruto del proyecto europeo MAGIC donde queda claro que la narrativa sobre el islam viene muy marcada todavía por estereotipos y clichés que no se van. La situación de la mujer en los diarios es un gran tema (y en Catalunya la plataforma On són les dones lo ha demostrado) y, de hecho, donde decimos "musulmana" si lo sustituyéramos por "católica", "protestante", "judía" o "budista", también tendríamos una cobertura pobre e intermitente, porque la presencia de las mujeres en los medios de comunicación como protagonistas (no como víctimas o actrices secundarias) es muy escasa y parcial.
Es sorprendente que nadie entreviste a mujeres musulmanas y, si lo hacen, sea por su fe y no por su profesión o condición (estudiante, vecina, profesional, abuela, etc.)
La periodista Nadia Ziani ha coordinado un estudio de 15 meses donde se han encontrado muy pocas piezas periodísticas donde salgan mujeres que se identifican con el islam (125 en el estado español y 371 en Bélgica). Es sorprendente que nadie entreviste a mujeres musulmanas (de todas estas piezas, solo 9 son entrevistas) y, si lo hacen, sea por su fe y no por su profesión o condición (estudiante, vecina, profesional, abuela, etc.). En un acto en la Casa Árabe de Madrid donde se avanzó este estudio, escuché que todavía hay comentarios islamófobos por parte de periodistas y, en general, se habla de la mujer musulmana sin ella, sin darle voz. El pañuelo ya deja de ser un problema y pierde protagonismo, pero los conflictos siguen siendo la norma. Bueno, eso no nos tendría que impactar, porque el periodismo se nutre de novedades y conflictos, básicamente. Pude escuchar a Hajar Brown, conocida por interpretar a Amira Naybet en la serie Skam España, que lamenta que en la industria audiovisual los papeles que le ofrecen suelen ser de terrorista, MENA, ama de casa... y reclama una representación más diversa. Por suerte, las personas que hacen los castings y escogen a los actores ya son generaciones más jóvenes con menos prejuicios, aunque reconoce que ella misma tiene que hacer de "pedagoga" y asesorar a las personas que hacen películas y series sobre su religión. También en clave de reivindicación la deportista de alto rendimiento campeona mundial (¡mundial!) de kenpo Zenib Laari se queja de que los medios de comunicación cuando le hacen entrevistas se centran en preguntas que no harían a otra deportista. Laari, nacida en Móstoles con padres procedentes de Marruecos, está harta de que le pregunten si sus padres la dejaban salir y si "le dejan hacer deporte", etc. Tenemos muchas asignaturas pendientes, y no reconocer como ciudadanos de pleno derecho a personas que tienen otra religión no nos hace más maduros ni más progresistas ni mejores.