Tal día como hoy del año 1585, hace 439 años, en París; nacía Armand-Jean du Plessis de Richelieu; que, de mayor, sería uno de los personajes más importantes de la política francesa y europea de su época. Tuvo una carrera fulgurante. En 1605, con solo veinte años, era nombrado obispo de Luçon (una diócesis católica totalmente rodeada de comunidades protestantes). En 1607, con veintidós años, era nombrado secretario de Estado de la cancillería de Enrique IV. En 1622, con treinta y siete años, conseguía el birrete cardenalicio. Y en 1624, con treinta y nueve años, era nombrado primer ministro de Francia, cargo que ejercería hasta su muerte, en 1642, con cincuenta y siete años.

Durante su larga vida política (1607-1642) contribuyó decisivamente a la construcción del régimen absolutista borbónico y en la proyección de Francia como primera potencia mundial. Negoció con todas las facciones de poder de Francia y con todas las cancillerías de Europa. También con la de Barcelona, durante la crisis y Revolución de los Segadores (1640) que conduciría a la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59). Durante aquella crisis, Richelieu envió a su sobrino, Armand du Plessis-Besançon, a entrevistarse con el sobrino del president Pau Claris, Francesc de Vilaplana (Ceret, 7 de septiembre de 1640), para negociar una alianza catalanofrancesa.

En la disputa por la primacía mundial, Richelieu se había impuesto el objetivo de erosionar el poder hispánico, y pactó con el president Pau Claris un tratado de ayuda militar con el propósito de consolidar una Catalunya independiente, que se gobernaría en forma de república, y que sería un tapón entre las monarquías francesa e hispánica y, a la vez, una firme aliada de París (una cuña territorial) dentro de la península Ibérica. No obstante, la agresiva respuesta hispánica (noviembre, 1640 – enero, 1641) alteró sus planes iniciales, y finalmente impondría a los catalanes la creación de un principado independiente que compartiría la figura del soberano con la monarquía francesa.