"Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente"
G. Marx
Uno podría asumir incluso que le gobernaran mal, a fin de cuentas, es el más común de los gobiernos; podría considerar que, dado que están ahí sentados, algo sabrán; fabular con que tienen méritos ocultos o con que sus sesudos asesores —pagados con nuestro dinero— se los prestaran. Uno podría asumir distintas explicaciones o posturas, incluso algunas que no le gustan mucho, si alcanzara a comprender el sentido final y reflexionado de lo que dicen. Uno puede hasta tirarse por el barranco por los que considera los suyos. Lo que no creo que sea posible es asumir que te traten como un imbécil o que, en caso de que no sea eso lo que están haciendo, la cosa sea aún peor y lo sean ellos mismos.
Nadie perdona las hipotecas.
Todo adulto en plena posesión de sus facultades mentales lo sabe. Nadie perdona nunca las hipotecas. Ningún banco, nadie. ¿Por qué elegir entonces como ejemplo para el populacho la imagen del perdón de las hipotecas? Nadie condona una hipoteca. El banco no se come la deuda y pierde los intereses. Antes de eso te sacan de casa. ¿A quién se le ha ocurrido tomarnos por gilipollas y decirles a los ministros de argumentario que repitan tan absurdo argumento? Pilar Alegría y Óscar López, por el momento. Espero que los demás tengan un poquito de vergüenza intelectual y le digan al del argumentario que se lo meta por la quita.
"Si a los ciudadanos les dijeran que el Gobierno va a asumir una parte de su hipoteca y por supuesto la casa sigue siendo suya, ¿alguien diría que no?" Lo ha dicho una ministra, lo ha dicho en Moncloa, lo ha dicho en la rueda de prensa del sacrosanto Consejo de Ministros. La señora Alegría no debe imaginar que la totalidad de los ciudadanos saben que nadie se hace cargo a cambio de nada de las deudas y que estas no se pagan con billetes del Monopoly, sino que van a alguna parte. Cuando asuma eso, le explicaremos que si el Gobierno asume parte de mi hipoteca, de la suya y de la del otro, me la acabará cobrando en mis impuestos. Así que dice que condona y lo que hace es mutualizar. Pero esa es otra historia. Lo peor es lo de que te tomen por tolai.
No era idea suya. Ni siquiera el símil tonto era de su cosecha, hasta eso se lo embotan. Lo sé porque otro grande de la congelación, Óscar López, pensando y repensando cómo explicar a los tontos votantes lo que estaban a punto de hacer para disimular lo que les ha pedido ERC, ha dado con la misma estupidez: "A mí me encantaría que me perjudicaran quitándome la hipoteca". En la misma sala de Moncloa, tras el mismo sacrosanto Consejo de Ministros. ¿A quién se le ha ocurrido tan burdo y tonto símil? ¿Por qué lo repiten como loros sin haberle dedicado ni diez segundos a lo infantil y poco apropiado del planteamiento? ¿No saben que todo el mundo sabe que si el gobierno te paga parte de la hipoteca, lo acabará pagando el ciudadano de otra manera con los impuestos? ¿Que la deuda no es un apunte contable que se borra con la goma Milan y ya está? "Ahora que digan que no y que les expliquen a sus votantes que no quieren pagar barata la hipoteca, que quieren seguir pagándola cara", exponía un tertuliano esa misma mañana en la tele, antes de la rueda de prensa, anticipándose, como aportando el argumento del siglo por haber recibido antes el mensajito.
¿A quién se le ha ocurrido tomarnos por gilipollas y decirles a los ministros de argumentario que repitan tan absurdo argumento?
Es terrible que te tomen por bobo, máxime según sea la calidad de quien lo haga. Con tanta estulticia han borrado el debate de fondo sobre la decisión de Sánchez de quedar bien con ERC y no quedar mal con los demás, y menos con Andalucía, donde pretende hacer fortuna nada menos que la ministra de los impuestos. El planteamiento no le gusta, por el momento, ni a las comunidades del PP ni a Junts ni a Compromís por razones bien diferentes. En la quita entran todas, las endeudadas por infrafinanciación y las que han tirado de cartera como si no hubiera un mañana. Todos al mismo saco, ya saben, como la hipoteca, que lo mismo te la quitan si no la has pagado por falta de ingresos que si la pasta de la mensualidad te la has gastado en restaurantes. Este último símil malo es por si me leen miembros del Gobierno, para que entiendan lo que se les reprocha.
Junts amaga con no tragar el café de la jarra común y Montero le recomienda que se lo beba hasta el fondo, aunque esté amargo, porque "no tendría sentido" que lo rechazara. Amaga Junts con no votarlo. El problema es que a estas alturas ya no hay en Madrid quien se lo crea. Lo de la PNL de la confianza ha hecho perder mucha idem a mucha gente, incluso a los conservadores de la M-30 que tanto se habían reunido en los reservados con los de Junts. Ahora saben que la disputa ha regresado a sus fueros y que es un combate puramente catalán con ERC. Lo de la confianza era un órdago muy gordo y allanarte después a la primera de cambio, haciendo exactamente lo que el PSOE venía predicando —o sea, retirarla—, ha dejado claro que será a trancas y barrancas, pero que Sánchez no tiene que preocuparse de que Junts le haga una jugada de las de chungas de verdad. A lo mejor por eso Feijóo no se fiaba antes del verano de lo de la moción de censura. Después de la confianza fallida, casi todos saben que Junts no tumbará a Sánchez, igualito que saben que nadie perdona las hipotecas. Lo mismo.