La democracia no tiene precio

¿De verdad creen que amenazándonos económicamente retrocederemos? ¿De verdad cree el Gobierno español que el camino para parar la voluntad de la gente de este país de votar y decidir el futuro es instrumentalizando ahora el Tribunal de Cuentas para amenazar el patrimonio de los ya condenados por poner urnas?

Si es así, que sepan que no sólo no retrocederemos sino que incrementan exponencialmente el deseo de votar para decidir y nuestro compromiso con la democracia y el 1 de Octubre. Este país no renunciará a votar y lo hará con toda la dignidad. Y si el precio sobrevenido con el que ahora el Gobierno del PP quiere parar que la gente de este país vote el 1 de Octubre es una responsabilidad de 5 millones de euros, que no duden de que este país no dejará en la estacada a nadie comprometido con la libertad. No permitiremos este nuevo abuso que no tiene ninguna intención más que intimidar el conjunto de la población. El 9-N votamos 2.344.828 personas, en un proceso participativo ejemplar. Es decir, 2,1 euros por voto es la factura económica que ahora nos quieren girar. No albergo ningún género de duda de que ninguno de los que participamos en la votación —y osaría decir también que muchos de los que por el motivo que sea no fueron a votar aquel día— estaremos más que satisfechos de aportar esta cantidad para hacer frente a la nueva ofensiva del Gobierno español, ahora sobre el patrimonio de las cuatro personas ya condenadas del Govern que presidía Artur Mas. Y, obviamente, abordando la creación de una Caja de Resistencia al servicio de la defensa de la democracia y planteando las iniciativas correspondientes en todos los ámbitos. Estamos ante un episodio insólito y, a pesar de todo, no nos sorprende. Como tampoco nos sorprende que no se pida ninguna responsabilidad por el asunto Castor, que suma 1.350 millones, o por el rescate de las radiales de Madrid de 3.718 millones, o el rescate fraudulento de los bancos que ha costado decenas de miles de millones de euros, entre muchos otros. O para los que se han fundido irresponsablemente los 60.000 millones de la hucha de las pensiones, verdadera amenaza de futuro para el conjunto de nuestros jubilados. Así funciona el Régimen del 78. Palo a quien pone las urnas, zanahoria a los que nos han estado a punto de arruinar.

Tenemos que abordar la creación de una Caja de Resistencia al servicio de la defensa de la democracia y planteando las iniciativas correspondientes en todos los ámbitos

Las últimas semanas hemos visto cómo se acentúa la amenaza sobre el patrimonio personal de todos aquellos que osen trabajar a fin de que la gente de este país pueda votar el 1 de Octubre. Incluso ya se está amenazando a hipotéticos voluntarios sin ningún rubor. Me pregunto, cuando hablan del patrimonio personal, lo cuantifican y nos señalan, si nos están diciendo que quieren desposeer a nuestros hijos de un techo donde vivir. Me pregunto si toda respuesta a la voluntad de la gente de votar es la amenaza de quitárnoslo todo. Me pregunto si la voluntad de perjudicar la ciudadanía y sus ciudadanos es el manual que distribuye el Gobierno español del PP a sus aliados políticos y mediáticos. Me pregunto si aquello que hemos podido ver y escuchar hace unos días en Las cloacas de Interior, el riguroso documental dirigido por Jaume Roures, es la estrategia que guía siempre a los que quieren impedir al precio que sea que votemos. Aquello de "nos hemos cargado el sistema sanitario" revela la maldad inconfesable de los que no dudan en conspirar para perjudicar el conjunto de la sociedad catalana, a todos y cada uno de nosotros. ¿Saben qué responsabilidades se han exigido a las dos personas que conspiraban para delinquir desde las instituciones del Estado? Ninguna. La impunidad más absoluta ha sido la respuesta, con el silencio cómplice del grueso de los partidos políticos españoles y de sus correas de transmisión.

Me pregunto, cuando hablan del patrimonio personal, si nos están diciendo que quieren desposeer a nuestros hijos de un techo donde vivir

Seguimos y seguiremos, serenamente. Con la cabeza alta. Trabajando por un futuro próspero, por una sociedad más justa, a favor de los emprendedores, al servicio de la mayoría, potenciando las inversiones, potenciando las exportaciones, batallando por unas mejores infraestructuras, al servicio de la economía productiva, al servicio del bien colectivo, siendo generosos con todo el mundo, intentando mantener las mejores relaciones con la sociedad española. Y hablando con todo el mundo, siempre, siempre. También con el Gobierno español, por supuesto. Ahora bien, todo el mundo tiene que saber que hay una cosa a la cual no renunciaremos nunca y es a servir al conjunto de nuestros ciudadanos facilitando que puedan depositar una papeleta en una urna para expresar su opinión. Porque si lo hiciéramos no sólo estaríamos traicionando un mandato ciudadano, estaríamos condenando el conjunto de nuestro país a la resignación y a la desesperanza y a dejar el futuro de los ciudadanos catalanes en manos de aquellos que no quieren que salgamos adelante ni como país ni como sociedad.