¿Hasta dónde puede llegar y hasta dónde llega actualmente la libertad de expresión en nuestro país, Catalunya? ¿Se debería poder bromear sobre cualquier cosa sin que hubiera consecuencias penales? Estos últimos días se han producido dos situaciones que nos servirán para ensanchar la base de este tema y para pensar en ello un buen rato. Por un lado, tenemos la desafortunada agresión que sufrió Pilar Rahola en una conferencia en la Garriga, y, por otro, el uso torpe de los gerundios por parte de Joel Díaz en el programa radiofónico La sotana. A Pilar le lanzaron pintura roja por tener y expresar unas ideas que no gustan a todo el mundo; a Joel, en cambio, quieren llevarlo a los tribunales por hacer un juego de palabras malísimo con el nombre Violant (el nombre de la hija (menor) de Sílvia Orriols) y el gerundio del verbo violar ("violando a Violant").
Empezaré por Joel. Personalmente, creo que, si hay que llevar a Joel a los tribunales, es por hacer una broma tan mala. Si miráis el vídeo, veréis claramente que, una vez que hubo terminado de decir esa tontería, los compañeros del programa apretaron fuerte los labios para que no se les escapara la risa. Sabían que Joel había traspasado una línea roja que les traería consecuencias poco agradables. De un programa de humor se espera un poco más de inteligencia. Sinceramente, no creo que Joel bromeara sobre el hecho de violar a la hija (menor) de Sílvia Orriols (su inconsciente sabrá más que yo por qué dijo lo que dijo); no le veo esa malicia. Lo que me parece más triste de todo es que optaran por ridiculizar a los hijos (que no tienen la culpa de nada) de alguien que no les cae nada bien porque no piensa como ellos. Me hubiera parecido mucho más adulto e inteligente rebatir sus argumentos con todo el sentido del humor que quieran, pero eso ya supone un poco más de trabajo neuronal. Lo que debió de ocurrir es que su cerebro hizo una parada temporal y expulsó aquel "violando a Violant" pensando que había descubierto la América del humor metalingüístico. Cuando ocurren estas cosas, lo mejor que puedes hacer es disculparte; inscribirte en un cursillo para aprender a hacer monólogos cómicos (stand-up comedy) desde la humildad y la inteligencia, y pasar página. No tengo nada más que decir al respecto.
Lanzar pintura roja sobre una persona que está expresando su opinión para decirle que está manchada de sangre y que es una fascista no sería la mejor manera de ser antifascista y de izquierdas
En cuanto a Pilar Rahola, es un claro ejemplo de la intolerancia que impera actualmente en Catalunya (me centro en Catalunya porque es lo que tengo más cerca). Ahora se lleva mucho eso de no saber absolutamente nada y opinar de todo. La gente está cabreada y tiene ganas de bronca. Y qué mejor para desahogarse y sacar la rabia que tienes dentro que ser un radical y no aceptar opiniones contrarias a la tuya. Da igual si no sabes nada del contexto ni de la posición que defiendes, lo que importa es que no dudes ni un momento de que ese es el camino correcto y de quienes no piensan como tú son el enemigo que hay que combatir. Puedes estar de acuerdo o no con la opinión de Pilar sobre el tema de Israel y Palestina, pero lo que es indiscutible es que tiene un conocimiento mucho más amplio de la historia de estos territorios que la media de la población. Estoy convencida de que la mayoría de la gente que quiere mandarla al infierno (los mismos que tienen una bandera de Palestina en el balcón o que la usan como foto de perfil en las redes sociales, aunque muchos de ellos no sepan ni situar Palestina en el mapa) no ha dedicado ni un minuto de su tiempo a leer más de una frase de lo que ha escrito ni a conocer el contexto histórico y político de aquellos territorios. Basar tu opinión en titulares sensacionalistas que lo único que pretenden es radicalizar a la población en la dirección que les interesa no te hace sabio, te convierte en un miembro más del rebaño del pensamiento único. Lanzar pintura roja sobre una persona que está expresando su opinión para decirle que está manchada de sangre y que es una fascista no sería la mejor manera de ser antifascista y de izquierdas. O acabaremos pensando que las izquierdas han perdido el norte y que están como una chota. ¿Qué tal rebatir sus argumentos con otros que nos convenzan a todos de que Pilar está equivocada y tú no? Da pereza, ¿verdad? Tener que investigar sobre el tema, profundizar en él y construir un discurso que no haga aguas no es fácil y pide muchas horas de trabajo; colgar una bandera de Palestina en el balcón y lanzar pintura roja es más fácil, sensacionalista y calma conciencias.
Dicho esto, creo que debe poderse hablar de todo y tenemos que hacer el esfuerzo de escuchar a quienes no piensan como nosotros. Nadie lo sabe todo, es a través del diálogo y el respeto que podemos aprender un poco más y mejorar como personas. Equivocarse no es el problema, el problema es no admitir nuestros errores, es no ser capaces de disculparnos y reconocer que nos hemos equivocado y querer lanzar a los leones a toda la gente que piensa diferente de nosotros por miedo a perder el control de la realidad. Seamos un poco más humildes y todos seremos más felices.