Lo primero que debe decidirse en veinte días es la presidencia del Parlament, una elección clave que puede determinar la legislatura y algo más. Así que a más tardar el 10 de junio, es decir, al día siguiente de las elecciones europeas, se constituirá la cámara y se procederá a elegir a los miembros de la Mesa. Presidirá la institución el candidato que reciba el apoyo de la mayoría absoluta de los diputados o, en segunda votación, el que reciba más apoyos que ningún otro.
Es importante quién asumirá la presidencia del Parlament, porque es el presidente quien en el plazo de 10 días debe decidir a quién encargar que se someta a la investidura. ¿Y quién será? Salvador Illa y Carles Puigdemont ya han anunciado su intención de presentar candidatura y el presidente tendrá que decidir según quien le garantice más apoyos.
Si Junts y ERC suman fuerzas, solo el PP puede impedir que el Parlament tenga presidente independentista y decida quién se somete primero a la investidura
De entrada, si todo el mundo vota a un candidato propio, el PSC colocaría a un socialista, dado que es el grupo con más diputados. Y probablemente contaría con el apoyo de los seis diputados de los Comuns. Es decir 42 más 6, harían 48. Por otro lado, Puigdemont ya le ha pedido a Esquerra Republicana hacer frente común y ambos suman 55. Con estos números, el presidente de la cámara sería independentista y probablemente de ERC, dado que Junts y ERC siempre han cedido la presidencia del Parlament al que quedaba segundo. A continuación, si funciona el acuerdo Junts-ERC para intentar formar gobierno, Puigdemont tendría preferencia para presentar su candidatura a la presidencia de la Generalitat, aunque fuera para perderla. Y para hacerlo todo aún más emocionante, el candidato de Junts debería presentarse en el Parlament para hacer su discurso, cuando no es seguro que la ley de amnistía esté ya aprobada, con lo que podría ocurrir que fuera detenido y encarcelado antes de pronunciar el discurso. ¡Menudo embrollo!
Así que depende de lo que decida Oriol Junqueras, si quiere o no sumar fuerzas independentistas, pero no solo. El Partido Popular tiene 15 diputados y el PSC podría torpedear la operación de Puigdemont si hiciera lo que se llama “un Collboni”, porque a los 42 del PSC y a los 6 de Comuns se podrían sumar los 15 del PP, que hacen 63, cifra inalcanzable para los independentistas. Entonces quedaría por ver cómo reaccionan los independentistas en el Congreso de los Diputados.