Tal día como hoy del año 1676, hace 348 años, un destacamento de la facción de los granjeros de la colonia de Virginia, entraba en la ciudad de Jamestown, la saqueaba y la calcinaba. Jamestown era la capital de la colonia inglesa de Virginia, era la sede del gobierno colonial y había sido fundada en 1606 por iniciativa de la empresa privada Virginia Company of London. Después de una primera etapa muy complicada (malas cosechas, no recepción de alimentos de la metrópoli y ataques de la población nativa), había sufrido una gran mortandad y había estado a punto de ser abandonada por los supervivientes (1610). Solo la intervención de Samuel Argall, un armador inglés de origen catalán, que proveería la ciudad al último momento, había podido evitar el fracaso de aquella iniciativa.

No obstante, en 1622, la colonia de Virginia había pasado a titularidad pública y la corona inglesa había creado un aparato de gobierno y había impulsado una importante colonización. De resultas de este proceso, hacia 1670 se habían producido tensiones entre los colonos granjeros y las tribus amerindias. En 1674 aparece en escena Nathaniel Bacon, que lidera la facción de los granjeros de la frontera. Bacon y sus partidarios, denominados freeholders (granjeros libres), reclamaban la expulsión o el exterminio de la tribu Conestoga para ocupar sus tierras. En 1674, los freeholders arrasaron varios poblados de los Conestoga y masacraron a sus habitantes, y los amerindios respondieron devastando docenas de granjas y asesinando a sus ocupantes.

El gobernador William Berkeley decidió mantener los tratados de paz con los amerindios y perseguir a los freeholders que actuaban contra la política colonial (1674), y en aquel momento estalló la primera guerra civil de las colonias americanas, denominada la “Rebelión de Virginia” y que se anticipaba un siglo a la guerra de la Independencia (1775-1783) y casi dos siglos a la guerra de Secesión (1861-1865). Durante dos años (1674-1676) los partidarios de Berkeley (comerciantes de pieles que querían tener buenas relaciones con los amerindios), reforzados con nativos de las tribus Doeg y Pamunkey, y los de Bacon (cultivadores de tabaco que querían usurpar las tierras de los nativos) se enfrentaron en una guerra civil.

Unas semanas después de la masacre de Jamestown, Bacon moría, oficialmente de disentería, y la facción de los granjeros, desorientada por la inesperada muerte de su líder, cedería progresivamente a la ofensiva de los milicianos de Berkeley y sus aliados nativos, reforzados con un contingente militar llegado desde la metrópoli.