La lucha por los derechos de las mujeres tiene un frente importantísimo, que es la lucha contra la invisibilización de la mujer en la historia.
La ley del Estado de memoria democrática incluyó como víctimas a las mujeres por las discriminaciones que sufrieron. En su artículo 11, establece el deber de las administraciones de reconocer la represión de las mujeres en la lucha por los derechos democráticos, y de difundir las limitaciones y discriminaciones que sufrieron en los diferentes ámbitos de la vida, como la educación o el trabajo.
Uno de los ámbitos en que la mujer recibió un trato discriminatorio específico por la condición de serlo fue el de la represión. Hasta hace poco no se ha empezado a difundir la voz de mujeres, las entidades de memoria y feministas que hablan de este ámbito. El sesgo de género al que eran sometidas las mujeres en los interrogatorios con actos degradantes y torturas en la comisaría de la Via Laietana hasta bien entrada la transición democrática. También las condiciones de la prisión de mujeres establecida en la Trinitat desde 1963, regida por las monjas seglares Cruzadas Evangélicas, donde aplicaban prácticas represivas de reeducación de las mujeres. Los testimonios de las mujeres que sufrieron las medidas represivas, y también con finalidad reeducadora, del Patronato de Protección de la Mujer.
Las administraciones se llenan la boca con la Model como centro de memoria de la represión política de hombres, pero se han olvidado de la prisión de mujeres de la Trinitat
Si bien las administraciones se llenan la boca con la Model como centro de memoria de la represión política de hombres, se han olvidado de la prisión de mujeres de la Trinitat, donde se llevaba a cabo una represión específica contra las mujeres, en el proyecto de cierre del centro.
Ante el "olvido", cuando las asociaciones del barrio han reivindicado que se preserve una parte de esta prisión como centro de memoria de la represión de las mujeres en Catalunya, han encontrado por parte de las administraciones una negativa con un tono contrariado y con unos argumentos inaceptables, y se las ha presentado ante el barrio que espera la construcción de viviendas sociales como un obstáculo para el proyecto. Es un argumento perverso, ya que pretende justificar el hecho de borrar de la memoria el principal centro penitenciario de mujeres franquista de Catalunya, con un enfrentamiento entre vecinas.
Nos encontramos ante la evidencia de que, a pesar de lo que dicen sobre la represión de la mujer las leyes de memoria, nuestras instituciones no cuentan con la represión específica que se dirigió contra ellas. La Model no representa a las mujeres.
Si se considera importante y prioritario preservar la Model como centro penitenciario de hombres, también tiene que serlo el centro penitenciario de mujeres de la Trinitat. Si en la Model se encontró una solución para mantener el centro de memoria, las viviendas sociales y los servicios, ¿por qué no va a ser esto posible en la prisión de la Trinitat?
Es inaceptable que, ante la reivindicación vecinal de memoria de la Trinitat, se les diga que por qué no lo dijeron antes. Son la Generalitat y el Ayuntamiento los que se han olvidado, y por eso, deben enmendar su error y olvido grave y, como reclaman las entidades, encontrar la manera de conservar la parte central de la fachada y un espacio donde sea reconocible el centro, que sea como se hará en la Model, y que sea un centro de memoria de la represión dedicado, en este caso, a las mujeres. ¿O acaso tendremos que hacer una ley para luchar contra la discriminación de las mujeres en la ley de la memoria?
No hablamos tanto de los derechos de las mujeres, sino de que lo que hace falta son hechos.
Josep Cruanyes i Tor. Coordinador de la Comissió de la Dignitat