Han utilizado la metáfora de un tren para decir que el país va adelante. No sé si los ideólogos del anuncio han cogido un tren en su puñetera vida, pero el caso es que en las imágenes iniciales se ve a un chico sacando el cuerpo por la puerta de un convoy parado que nos dice: "Nosotros tenemos claro nuestro destino. Estamos en marcha y avanzamos a toda velocidad. ¡Sube"! Entonces empieza todo un recorrido a velocidad acelerada, visto desde la cabina del maquinista. En cada punto aparecen muchos titulares que realzan la buena gestión hecha por el Govern y detrás de cada bloque de frases se añade un "¡Adelante!". A saber: un país para vivir mejor, una economía más fuerte que nunca, una lengua que crece... De verdad que cuesta saber en qué mundo viven.
Una buena campaña publicitaria puede hacer triunfar un producto o acabar de derrumbarlo. Ensalzar las bondades es legítimo, pero exagerar los datos o falsearlos acaba generando el efecto contrario y el consumidor desconfía o, directamente, se enfada o se ríe. La propaganda ha formado parte de la política desde siempre, pero como gato escaldado, del agua fría huye, hay campañas que se ven venir desde lejos: son más para encasquetarte algo incierto y que chirría que para explicar actuaciones acertadas. Eso es lo que le pasa al último anuncio que ha lanzado a la Generalitat de Catalunya. "Nada nos detiene", se dice en otro momento. No, si no hace falta. Vosotros mismos ya estáis poniendo lo freno de mano.
Imaginamos que la campaña ha sido impulsada por la flamante viceconselleria d'Estratègia i Comunicació, que para eso fue creada: para vendernos la idea (por no decir la moto) de una manera más convincente. A demás, ante la incomprensión y estupefacción de mucha gente con la que he hablado y de diversos otros que he visto que lo expresan a las redes, seguro que dirán que somos nosotros los que no hemos entendido el mensaje —cómo acostumbra a pasar— y no ellos los que no están haciendo bien su trabajo. En lugar de fortalecer las estructuras de Estado o de mejorar las decisiones de país, intentan camuflar errores y vacíos ofreciendo una imagen de crecimiento y de control que no es real. ¡Hey! Y no es que se esté haciendo todo mal desde el Palau, pero si lo que me vendes es casi de color de rosa, pues como mínimo hace sospechar y pierdes credibilidad.
¿Usar el símil de un tren como sinónimo de eficiencia para visualizar que el país va 'más rápido y más lejos'? El último anuncio del Govern de la Generalitat parece una parodia
Aparte de la dudosa veracidad de algunas de las afirmaciones del anuncio, usar el símil de un tren para visualizar que el país va más rápido y más lejos... ¿Precisamente el tren como sinónimo de eficiencia? ¿De verdad? ¿Con averías, retrasos y problemas constantes? Parece una parodia. Nos dirán que al principio del spot, cuando sale una chica que dice que hay quien siempre va con retraso y circula por vías muertas (recortes, mínima inversión, crispación), el tren que se ve es de Rodalies y que cuando aparece el chico arriba mencionado, que expone muchos hitos alcanzados o a punto de alcanzar, aparece un Ferrocarril de la Generalitat (FGC). Ya, hombres, pero eso no es así, que una mentira dicha cien veces no siempre acaba siendo verdad y la metáfora es muy desafortunada.
Ya cuando la broma de los recientes JJ. OO. de invierno en el Pirineu el trasvase del Ebro propuesto a principios de los 2000, la Generalitat nos quiso convencer de que era una idea brillante y encargó anuncios bien caros, en teles y diarios, también pagados por todos los catalanes. Ahora, además, algunos de los aspectos que se mencionan en este anuncio del tren, dependen de unos presupuestos todavía no aprobados y más bien parece un chantaje o una cortina de humo para que salgan adelante. Como queriendo decir: si no me los aprobáis, mirad todo lo que nos perderemos. Sin embargo, ay mi gente, del Hard Rock o de los payeses no hay ni rastro, en este vídeo promocional. Una Catalunya que sabe dónde va, en la que cabe todo el mundo. ¡Siempre adelante!, acaban diciendo los publicistas. Como ha expresado el usuario Melcior Comes en tuiter: "Queríamos hacer una república y hemos hecho un anuncio diciendo que la autonomía es fantástica".