Diariamente hay 48 niños que a la una del mediodía cantan en Montserrat Salve, un canto religioso dedicado a la Virgen. Y eso pasa en Catalunya donde tenemos la Escolanía de Montserrat una de las instituciones más antiguas del mundo de esta índole: coro infantil litúrgico. La Escolanía de Montserrat, este peculiar coro litúrgico compuesto por niños de entre 9 y 14 años, es también un centro formativo. No van a cantar y basta. El jueves pasado fui a Montserrat a un encuentro y pudimos escuchar los cantos de los monaguillos, primero con el Salve Regina y después con el inefable Virolai, Rosa d'Abril. Dos de los monaguillos, al acabar los cantos, se dirigieron a los presentes (la basílica estaba llena) en 5 idiomas —con una pronunciación excelente— para agradecer su presencia. Era un día especial, ya que la comunidad monástica no estaba en Montserrat como pasa un jueves cada mes, y por lo tanto los monaguillos eran los protagonistas bajo la mirada de la Moreneta y la imponente cruz que desciende sobre el altar montserratino. Cantaron como los ángeles, que según la tradición son los mejores cantantes, y después se marcharon ordenadamente a comer. Estos pequeños cantantes residen en Montserrat entre semana, en régimen de internado. La comunidad benedictina de Montserrat acoge una escolanía desde el siglo XIV, un siglo después de su fundación. La Escolanía no canta de todo: están especializados en la interpretación de música de la Escuela Montserratina. Interpretan a menudo polifonía del Renacimiento (De Victoria y Da Palestina) y también música popular. La Escolanía es un centro docente privado no concertado de enseñanza básica y artística. Las familias cubren un 20% del coste. Los monaguillos empiezan clases los lunes a las 9:15 de la mañana hasta el viernes. Algunos de ellos pueden volver a casa a dormir si viven cerca del monasterio. Los domingos son un día especial: cantan a las 11:00 (Misa Conventual) y a las 18:45 (Noches), y el tiempo que queda en medio es tiempo de convivencia de familias, la mayoría de las cuales lo pasa en Montserrat.
Montserrat es espiritualidad y es naturaleza, pero también es cultura
Cada monaguillo toca dos instrumentos (piano y un instrumento de orquesta) y hacen lenguaje musical, clases de orquesta y naturalmente canto coral. La mayoría de chicos entran en 4º de primaria y acaban en 1º o en 2º de ESO, en función de la evolución de la voz. Los monaguillos cantan, pero también leen, hacen deporte y ciertamente no tienen miedo de los medios de comunicación ni de los aviones: han hecho giras por todo el mundo, graban discos y actúan ante muchas personas. Saben que despiertan interés y tienen las puertas abiertas: las escuelas o grupos que quieran los pueden visitar para ver cómo viven. Que cada día, desde hace siglos, tengamos niños catalanes al mediodía cantando en latín (y no solo) y dirigiéndose a la Virgen no deja de ser singular. Montserrat es espiritualidad y es naturaleza, pero también es cultura. Y lo declinan a la perfección estos niños vestidos de blanco y negro que configuran la Escolanía.