Esta frase tan contundente la ha dicho esta mañana Jaume Roures en la sede de Mediapro, en Barcelona. Había convocado los medios para explicar la querella que ha presentado contra el expresidente del Barça, Sandro Rosell y que está resumida en esta nota:

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Ahora que ya sabe de qué va la cosa, vamos a las explicaciones y a las respuestas que ha ofrecido Roures.

Después de un tiempo notando que en su correo personal pasaban cosas extrañas y que Sandro iba por Barcelona explicando cuestiones internas de Mediapro, decidió que una empresa externa investigara lo que estaba sucediendo. Y, según la versión de Roures, esta empresa habría descubierto que el responsable informático había estado tres años robando toda la información contenida en centenares de mails enviados y recibidos, y que esta información fue desviada a Sandro Rosell, cuando este todavía no era presidente azulgrana.

¿Qué tipo de información fue robada? Toda. Desde negociaciones empresariales, a temas relacionados con Pep Guardiola o la solicitud que le hizo Buenafuente para que intercediera con Woody Allen para llevarlo a su programa. Vaya, que Roures ha tenido interés al explicar que el espionaje era total y afectaba a cualquier ámbito.

¿Motivo del espionaje?: "Es una cuestión miserable y mezquina. No hablamos de controversias empresariales ni de negocios, sino de un espionaje sistemático por vicio". "Sandro es un miserable que cree que puede hacer lo que quiera y que se ha pasado mucho tiempo quejándose de ser víctima de espionaje, y que lo que hacía era espiar él a los otros y sistemáticamente. Quizás pensó que me encontraría cosas extrañas y no fue así".

Y hablando de esta gente que se cree estar por encima de todo, Roures deja caer que en el fútbol hay unos cuantos. Y pone el ejemplo de Josep Lluís Núñez "que fue condenado por soborno y el museo del Barça todavía lleva su nombre". Y con aquel tono suyo tan pausado y aquel hilillo de voz tan suyo añade: "y yo no sé si sobornó a más gente. Por cierto, que sorprende el poco tiempo que estuvo en la cárcel. Quizás por la edad, pero su hijo es más joven y también estuvo muy poco". ¡Pam!

¿Objetivo de la querella? "Que Sandro no pueda seguir corriendo por este mundo del fútbol".

¿Qué espera de la querella? "Que jueces y policías investiguen la documentación que les aportamos y empecemos a hablar de las responsabilidades de las personas y de las instituciones implicadas". Y cuando dice la palabra "documentación" señala una gran carpeta de anillas que ha traído bajo el brazo y que incluye aproximadamente un palmo de hojas de papel. Sobre el resto de afectados ha dicho que invita a que se unan a la demanda, aunque cree que algunos no lo harán.

Un compañero del diario Dicen le ha preguntado si Pep Guardiola estaba al caso del espionaje, en tanto que afectado, y que si era así, este podría haber sido el motivo por el cual hubiera dejado el club. Aquí Roures ha estado muy prudente. Ha confirmado qué sí, que avisó a Pep y sobre la segunda parte, yo interpreto que el caso influyó en la decisión, pero insisto, es interpretación mía, no porque lo haya dicho Roures.

¿Por qué presenta ahora la querella? "Cuando pasaron los hechos estaba en la guerra del fútbol con PRISA, que ha durado 7 años y medio y que ha acabado no hace mucho. Comparados con ellos somos pequeños pero no tontos y sabemos que sólo podíamos tener un frente abierto, un solo enemigo. Una vez acabado el conflicto, ahora la situación de la empresa es sólida y podemos dejar de comer mierda".

Sobre el Barça ha dicho que "el club es víctima y coautor" y espera "que el club se añada a la querella".

¿Bartomeu conocía el espionaje? "Sí, porque lo he hablado con él, pero desconozco si participó".

¿Ha hablado del tema con Sandro? "Fui a hablar con él en su despacho y me dijo que sí, que recibía los correos pero que los borraba". Y entonces Roures hace un comentario: "Pues debía tener un callo porque estuvo tres años borrando centenares de correos". Y acto seguido llega la frase que da título a esta pieza. Según Roures, en esta conversación, Rosell le dijo: "Eso lo tenemos que arreglar a la catalana", como queriendo decir aquello del oasis y fue cuando Roures le respondió: "Soy catalán, mucho, pero no gilipollas".

Finalmente, un detalle significativo. El bufete que ha contratado Mediapro es de Madrid. Según Roures porque "el 80% de los bufetes de Barcelona están contratados por el Barça". Ha sido cuando ha dejado caer otra mina: "Quizás alguien se está pagando su defensa contratando los mejores bufetes a través del club". Como diciendo, ¿verdad?