Querida Sra. Niubó,
No espere por mi parte grandes ejercicios de retórica, como otras profas mucho letrudas que le han dirigido sus cartas. Los discursos no están pronunciados para mí. Mi fuerte son las matemáticas, la tecnología y, desde hace 4 años y por circunstancias bastante aleatorias, la informática, ya que estoy reclamada como coordinadora digital de mi centro. Sospecho que la causa originaria de mi continuidad en este cargo en el instituto es el hecho de que tengo un perfil joven, soy avispada, algo atrevida y que hace 4 años la propuesta me cogió una pizca por sorpresa y metí la pata. Que si ahora, hoy en día, me lo ofrecieran, les diría que lo hiciera "Rita la cantaora" y, si pudiera, sería una de este 66% de coordinadoras digitales que, en caso de no tener el culo alquilado, plegarían velas hoy mismo y lo mandarían todo a hacer puñetas. Por cierto, ya le advierto que por militancia, desde el #Metoo me empeño en utilizar siempre el femenino universal, a pesar de en este gremio de la tecnología ya sabe que la mayoría son tipos los que todavía cortan el bacalao. Supongo, consellera, que se ha leído Usted el informe que ha dado a conocer esta semana el Sindicato USTEC sobre el malestar docente, en el que se advierte que el 36% del profesorado está dispuesto a dejar la profesión y el 45% valora su salud psicológica como mala o muy mala. Créame, Sra. Niubó, que no exagero si le digo que estos datos harían gracia si se hiciera una encuesta aparte solo para valorar el índice de paz mental y satisfacción profesional entre las coordinadoras digitales.

Mire, la gota que ha hecho colmar mi paciencia y que me ha decidido a escribirle esta carta fue el papelón que me tocó hacer el otro día ante 25 compañeras de claustro. Resulta que, con muchos meses de retraso, finalmente han instalado en mi centro 24 paneles digitales en algunas de las aulas y, para utilizarlos, organizamos con la dirección dos sesiones de formación para el profesorado. Costó mucho convencerlos de que vinieran porque el personal ya estaba muy quemado de los "cursillus" aquellos de acreditación digital docente que se tenían que hacer, sí o sí y fuera del marco horario, para gastar la morterada de dinero que manaba de los fondos Next Generation europeos, que aquí en Catalunya sí que nos hemos gastado toda. La pasta, quiero decir (no como otras comunidades, que lo han tenido que devolver), ni que sea con formaciones de chichinabo que nadie se tomaba en serio y que, por suerte, en muchos lugares se terminaban acreditando 3 sesiones en un solo día.

Total, que eran las 5 de la tarde de un miércoles, una hora más tarde de la hora prevista, y el profesorado venga a esperar, que quien espera desespera y la formadora del "cursillu", subcontratada por su departament a la empresa Abacus (la gran beneficiaria de los vales escolares, ¿sabe?), no se había presentado. Ya me tienes a mí, cogiendo el "marrón", dando la cara ante las compañeras fastidiadas y con razón, y explicándoles cuatro bagatelas para salir del paso: que si se tienen que bajar eso del "Bytello share" para compartir la pantalla del ordenador y que es muy guay todo porque pueden escribir en colores y con grosores diferentes durante la clase como con una tablet gigante, pero que no les compraremos lápices porque no hay presupuesto para las 72 que somos, que los fondos estos tampoco dan para tanto.

Le he explicado la anécdota, porque hacer de cover de urgencia en una reunión es solo una pequeña muestra de las 26 tareas que llevo contadas en la lista y que tengo asignadas como coordinadora digital. Y le bien aseguro que a fin de poder asumirlas todas, necesitaría una dotación horaria, como mínimo, 15 veces superior a la de mis compañeras de claustro. Con una asignación horaria de menos de 5 horas a la semana (eso en el mejor de los casos!) y una ínfima compensación económica (inferior a los 100 euros mensuales!), tengo que responsabilizarme cada día de —respire hondo, consellera, tome nota de todas y no se descuente: adjudicar más de 400 dispositivos (que son los ordenadores) cada septiembre al alumnado, más los del profesorado recién llegado; pilotar todos los otros ordenadores que no son del PEDC; gestionar administrativamente los contratos nuevos que se deriven de ello; adjudicar nuevos usuarios y contraseñas a todas ellas; crear y suspender correos; hacer el mantenimiento de la red wifi del centro; hacer el inventario de la dotación de robótica; velar por el despliegue de los paneles digitales; gestionar el IDI; gestionar el EDC; custodiar el buen funcionamiento del INTUNE para evitar fugas de datos corporativos; sustituir las bombillas de los proyectores; cambiar los tóneres de las impresoras de todo el centro; estar atento a nuestra web en los NODOS comunicativos del centro; leer noticias no verificadas en los diferentes canales del NUS; explicar a los docentes para qué sirven las maletas audiovisuales; actualizar permanentemente el inventario digital en el INDIC; desplegar la estrategia digital del centro; recibir y hacer de facilitador del MENTOR 4.0; comandar la evaluación de la competencia digital transversal de todos los alumnos del centro que la LOMLOE no explicita cómo hacer (muy cucos ellos); asistir a los miembros de la junta directiva en las contingencias de los programas de gestión de calificaciones académicas y de matriculación, que siempre se cuelgan cuando más los necesitas; hacer el "parte" de todas las incidencias al PAUTIC; acompañar en todo momento al profesorado en sus dudas con respecto al uso del Google Suite for Education (que si cómo hago una tarea en el Classroom, que si cómo encuentro la información en el Drive...etc); crear red entre coordinadoras digitales porque el Departament d'Educació no nos asesora en ningún momento; atender los millares de averías informáticas diarias y caseras que se generan en un centro de más de 700 alumnos y, last but not least, apagar los fuegos que las de inglés, que son unas pesadas, se encuentran cada día, con esta manía que tienen de proyectar en el aula el libro digital y hacer listenings y poner vídeos que no suenan nunca lo suficiente bien, ¡¡¡eso cuando consiguen que suenen!!!

¿Por qué las escuelas y los institutos tenemos que vernos tan desasistidos y precarios, con una coordinadora que también hace de profesora y dispone solo de 5 horas a la semana para resolver todas las incidencias?

¿Todavía respira, consellera? ¿O se ha ahogado Usted en el aire irrespirable de esta retahíla estresante y distópica que hubiera hecho las delicias de Kafka o del mismo Orwell? (¡¡Cojones!! —perdón, ovarios—, si empiezo a parecerme a una de estas letrudas pedantes de los departamentos de humanidades!) Pero no nos despistemos y volvamos a los hechos, que yo soy de ciencias: añádale a la lista que, además de estos trabajos, hago 16 horas lectivas semanales y corrijo los ejercicios de los 152 alumnos que tengo asignados. ¿Qué le parece la palabra "sobreexplotada" para definir mi situación y la de mis colegas coordinadoras? ¿O quizás prefiere "exprimida", "asfixiada", o directamente "abusada", ahora que todas hablamos del caso Errejón? ¿Usted se imagina, Sra. Niubó, que en medio de una reunión ejecutiva del Govern Usted se tuviera que levantar deprisa a cambiar el tóner de la impresora para poder presentar a sus colegas los últimos datos del informe PISA? ¿O se imagina que Alícia Romero quisiera pasar al resto de miembros del Govern el último Memorándum de control financiero y le pidiera ayuda a Usted porque, como pesa mucho, el wifi deficiente no le permite enviarlo? ¿Por qué el profesorado tenemos que ir siempre con un zapato y una alpargata cuando resulta que cualquier empresa lo primero que cuida es la gestión informática y tienen un servicio técnico a disposición las 24 horas del día? ¿Por qué las escuelas y los institutos tenemos que vérnos tan desasistidos y precarios, con una coordinadora que también hace de profesora y dispone solo de 5 horas a la semana para resolver todas-todas las incidencias de, pongamos por caso, 700 alumnos, 72 profesoras y 854 dispositivos, mientras que en cualquiera de sus Serveis Territorials del Departament de Educación se dispone de un técnico en plantilla con 40 horas semanales de dedicación para atender 200 trabajadores y 250 dispositivos? ¿Y solo por curiosidad, consellera, en Via Augusta, cómo va la cosa? ¿Cuál es la ratio de horas de técnico informático por trabajador y dispositivo? ¿Cuántos tiene Usted a su servicio para que todo le funcione correctamente?

Mire, consellera, que ya va tarde. Le refrescaré un poco la memoria. ¿Usted se acuerda del debate monográfico sobre la situación de la educación y el sistema educativo que se celebró en el Parlament de Catalunya en junio del 2023? Pues yo sí, porque asistí de invitada en el gallinero. Nos acabábamos de sacar del encima al senyoro del Cambray, personaje de infausta memoria a quien Usted hizo buena oposición (claro que el tipo ponía fácil la cosa, no cree?); la Sra. Simó se estrenaba en el cargo y Usted era la representante de educación de su partido. ¡Mire si no ha llovido desde entonces! Recuerdo que en el pleno final aprendí qué quería decir el verbo "transaccionar" enla jerga política que se gastan, es decir, coincidir en una medida con el resto de formaciones políticas. Le recuerdo, Sra. Niubó, que con respecto a las mejoras de las condiciones laborales de las coordinadoras digitales del centros educativos públicos, era tan evidente el abuso y clamaba tanto al cielo la injusticia, que la transaccionalidad fue muy fácil y absolutamente unánime: todo el espectro político desde VOX hasta la CUP (entonces Aliança Catalana todavía no estaba ahí, afortunadamente) se conjuró en instar al Parlament a sacar adelante esta iniciativa. Imagino que no hace falta que le busque el diario de la sesión, ¿verdad? Yo aquella noche abrí una botella de cava, confiada e ingenuamente, porque la realidad es que ni Simó, ni Usted, de momento, han movido ni una coma de las condiciones en las que trabajamos. Y aquí estamos, mis compañeras y yo, que quien espera, desespera... y estamos a punto de explotar.

¿¡Ostras, he ido tan al grano que me olvidaba y no le he dicho ni mi nombre!? Soy el Angelina Giralt y tengo 32 años, y ya tiene suerte de que, como yo, muchas de las coordinadoras digitales somos jóvenes y todavía tenemos energía para coger todos los trabajos que le he explicado. Unos cuantos cursos más así y definitivamente se me habrá puesto cara de Makoki en femenino, escapando del manicomio en pleno tratamiento de electrochoques. ¡Eso si antes no he decidido que, para protegerme y no seguir poniendo el cuerpo —como decimos a las feministas—, hago el fardo y me voy, como aquel 36% del profesorado del que habla el informe del USTEC, y me paso a la empresa privada donde seguro que, como informática, me tratarán un poco mejor!

Ostras, me he alargado mucho y también le quería hablar de los intríngulis de las adquisiciones que se han hecho con los fondos europeos Next Generation y de las implicaciones de Googleizar la educación, pero mejor que lo deje para otro día, que no quiero que Usted también me colapse y se me disperse. ¡Le prometo escribir más sobre el tema si es que todavía no he terminado de trabajar para su empresa y si Les Tietes consideran pertinente hacerle llegar otra de mis cartas, de entre las muchas que deben tener pendientes, porque esto de la educación no lo acabas nunca! Por cierto, Sra. Niubó, y entre nosotras dos, Usted ¿sabe quién está detrás de Les Tietes estas de El Nacional? He intentado averiguarlo con ayuda del ChatGPT y el pobre no toca ni cuartos ni horas; así que, dado que sigo sin tener evidencias sobre el caso, como buena científica que soy, no haré caso de ninguno de los rumores que circulan por las redes. Ahora bien, lo que sí sé es que, si yo fuera la consellera, las querría en mi think tank como piezas indispensables del equipo de trabajo. ¡¡Piénseselo!!

Salud,
Angelina Giralt