Seguramente haya visto, y probablemente unas cuantas veces, la película titulada en español “Atrapado en el tiempo” (“El día de la marmota”, o “Hechizo del tiempo”). La maravillosa, divertida y angustiante historia del meteorólogo estrella de la tele, interpretado por Bill Murray, amable ante la pantalla y odioso tras ella. Acuden a Punxsutawney para retransmitir en directo la tradición de los alemanes migrantes a Norteamérica: el Handwörterbuch des Deutschen Aberglaubens. 

Una celebración, cada 2 de febrero, en la que las regiones de habla alemana trataban de vaticinar el tiempo del año venidero con un tejón (posteriormente una marmota). En Punxsutawney es el Club de la Marmota quien organiza el evento cada año, y se comunican con la marmota para hacer la predicción. Decían que Phil había estado haciendo predicciones sin fallar desde 1886, lo que convertía a la marmota en un ser casi mágico, al que alimentaban “con un elixir especial” para mantenerlo vivo (se supone que tiene 139 años, cuando en realidad no suelen vivir más de 14). En 2023 se creyó que Phil había muerto, pero se confundió con Milltown Mel, que es el que predice el final del invierno en Nueva Jersey y que falleció horas antes de hacer su vaticinio.  La que sí ha muerto este año ha sido Fred, la marmota canadiense, algo que algunos han interpretado como señal de mal augurio. 

La tradición queda perfectamente plasmada en la película protagonizada por Murray, donde el meteorólogo deshumanizado, se despierta constantemente en el mismo día, en el día de la Marmota. Todo lo que sucede a su alrededor es prácticamente lo mismo. Es él quien adopta reacciones y respuestas diferentes para tratar de salir del bucle temporal en el que ha caído. El despertador, a la misma hora, y ese programa de radio que da la bienvenida al día de la marmota mientras suena la misma canción I got you, babe. Cuando se da cuenta de que puede beneficiarse de ello, trata de conseguir el amor de su compañera; intenta suicidarse de diferentes maneras, pero tampoco consigue dejar de despertarse en el mismo día. 

El personaje gris, malhumorado, engreído y egoísta va transformándose y preocupándose por los demás. Una historia de catarsis, de renacer de las cenizas y descubrir que la manera de cambiar aquello que nos rodea, en muchos casos, depende de nosotros, de nuestra actitud y de cómo estemos presentes. Y también, claro está, comprender que hay también otras tantas que no dependen en absoluto de nuestro deseo, y que hay que permitir que pasen. La película aborda muchos elementos desde una perspectiva de humor ácido, de psicología, religión, superstición, que han hecho de ella una película de culto. Y muchos nos acordamos de ella con frecuencia cuando observamos nuestro entorno y sentimos que estamos otra vez viviendo lo mismo. 

Estamos ante el día de la marmota, otra vez. La autodenominada izquierda devorándose a sí misma, en su enésima entrega

Esta semana fue la actriz Elisa Mouliaá, quien citó la película en las puertas del juzgado al que acudió para entregar su teléfono móvil como prueba ante el juez. En su declaración a la prensa, señaló al día de la marmota para referirse a la ausencia de Errejón, que también estaba citado, pero que rehusó presentar su terminal hasta que no se dé respuesta al recurso por su defensa presentado. Más allá de la situación protagonizada por Mouliaá, efectivamente, estamos ante el día de la marmota, otra vez. La autodenominada izquierda devorándose a sí misma, en su enésima entrega, mientras se anuncia el lanzamiento de Irene Montero para unas elecciones que están aún por convocar. 

Un fin de semana, este, en el que se celebran primarias sin rivales en Podemos, donde Ione Belarra es respaldada como secretaria general con el 90% de los votos de una militancia reducida a la mitad de lo que fue con el líder Iglesias. Y mientras veía esas imágenes de gente en asamblea, aplaudiendo y militando activamente, no dejaba de escuchar I got you, babe. Seguía sonando la misma melodía de fondo mientras escuchaba a Iglesias insultando a diestro y siniestro: lanzando el micrófono de Vito Quiles como intento de performance “antifascista”, o mandando a la mierda a Unai Sordo. Seguía sonando de fondo la melodía mientras se difundía esa petición de fondos para trasladar su taberna a un local más grande. Otra vez más, y otra. 

Del día de la marmota también se acordaba Llamazares, cuando recordaba cómo en su día aquellos de Izquierda Unida eran el “enano gruñón” para los de Iglesias (a pesar de estar todo orquestado junto a Garzón). Jugar a pelearse (incluso pelearse en serio para hacer sus necesarias purgas por el camino), para después fundirse en tórridos abrazos exultantes a la hora de repartir cargos. El culebrón eterno del puño levantado y las políticas absurdas. “Hey, I got you, babe”. No para de sonar cada vez que veo a Sánchez dando un discurso. O cuando se filtra un audio de las “enchufadas” pidiendo al intermediario del ministro el pisito de estudiante con vistas al jardín. Todo esto es lo que nos ofrece “la izquierda”. Parece que no hay más. Lo absurdo, lo pueril, lo irresponsable y fatigoso. Escudarse con el mantra de “¡¡¡que viene la extrema derecha!!!!” y vuelta a empezar. 

Sinceramente, soy mucho más joven que Phil. Me saca casi cien años. Yo no sé cuánto durará el invierno. Tampoco bebo el mágico elixir. A pesar de ello, tengo claro que estamos atrapados en el tiempo y que la melodía que nos despierta cada día sigue siendo exactamente la misma. Y no sé yo de qué manera llegaremos a despertarnos en un tres de febrero. 

¿Le apetece cantar conmigo?

“They say we're young and we don't know,
We won't find out until we grow, 
Well I don't know if all that's true,
'Cause you got me, and baby I got you…
Babe, 
I got you babe, I got you babe

They say our love won't pay the rent
Before it's earned, our money's all been spent
I guess that's so, we don't have a plot
But at least I'm sure of all the things we got…
Babe
I got you babe, I got you babe

I got flowers in the spring
I got you to wear my ring
And when I'm sad, you're a clown
And if I get scared, you're always around

So let them say your hair's too long
'Cause I don't care, with you I can't go wrong
Then put your little hand in mine
There ain't no hill or mountain we can't climb
Babe
I got you babe, I got you babe

I got you to hold my hand
I got you to understand
I got you to walk with me
I got you to talk with me
I got you to kiss goodnight
I got you to hold me tight
I got you, I won't let go
I got you to love me so
I got you babe….”