Soy consciente de que, a la mayoría de los humanos, nos gusta quejarnos por todo (nos sentimos cómodos con la queja); incluso, recrearnos en ello con grandes dosis de exageración (ya que lo hacemos, hagámoslo bien, ¿verdad?). Hablo en términos generales, por supuesto. Mis palabras nunca van dirigidas a un ente concreto. ¡Dios me libre! Os digo todo esto porque sé que, después de la afirmación que haré a continuación, seguro que alguien se quejará, y con razón. Tener la regla es fantástico. Sí, lo habéis leído bien: es fantástico. Y no me voy a cansar de repetirlo las veces que hagan falta. Estoy convencida de que, si los hombres la tuvieran (aunque fuera una vez en la vida), viviríamos en un mundo mucho más justo y placentero. Pero dejemos a un lado los hombres —que siempre han sido el centro de todo— y centrémonos en las mujeres: creo que somos muy afortunadas de poder disfrutar de la menstruación cada mes. Y os contaré por qué.
Cada vez que tenemos la regla, nos depuramos, desintoxicamos y regeneramos por dentro y por fuera (¡y gratis!, solo por el hecho de ser mujeres). Sí que es cierto que hay muchas mujeres que sufren el llamado síndrome premenstrual (ansiedad, cambios anímicos, náuseas, vómitos, sensibilidad en los senos, migrañas, dolores musculares o articulares, ganas de comer todo lo que ves en la nevera de golpe…); pero también es cierto que este síndrome premenstrual se puede resolver, en gran medida, cambiando los hábitos de vida (hacer ejercicio físico regularmente, dormir más de siete horas al día, utilizar técnicas de relajación como el yoga o la meditación, ir al psicoanalista...) y los hábitos alimentarios (incluyendo suplementación si hace falta). Si tenemos los estrógenos, la progesterona y la serotonina (hormona de la felicidad) en su sitio, todo irá bien.
Y para quienes se lo preguntan y no se atreven a preguntarlo: sí, con la regla se pueden tener relaciones sexuales muy placenteras
Por mi experiencia personal, tengo que deciros que maldecir la regla cada mes, no ayuda nada; de hecho, no hace más que aumentar los síntomas premenstruales. La regla forma parte de ti; rechazándola, no conseguirás ni que desaparezca ni que mejore la relación que tienes con ella. Así que te aconsejo que la aceptes, te vayas haciendo amiga suya y la escuches. No, no me he vuelto loca. Si escuchas tu cuerpo, sabrás lo que necesita para estar bien. ¿Quién conoce mejor tu cuerpo que tú? Sé que comerte un donut de chocolate o una bolsa de patatas chips en plena menstruación, te hace sentir la persona más feliz del mundo, pero es un sentimiento momentáneo, fruto de la sobredosis de azúcar refinado y de grasas trans que te acabas de zampar. La realidad es que este donut y estas patatas chips que has devorado en un momento de descontrol hormonal no solo no te aportan nada, sino que además perjudican tu salud y aumentan tu malestar. Este es solo un ejemplo de las conductas que solemos tener las mujeres cuando estamos bajo los efectos de alguno de los muchos síntomas premenstruales, hay muchos más. No os creeríais las subidas y bajadas emocionales que pueden llegar a tener algunas mujeres en pleno período menstrual; el Shambhala de PortAventura parece un juego de niños a su lado. Les puedes decir buenos días con una sonrisa en la cara y que se te pongan a llorar desconsoladamente como si les hubieras dicho que han exterminado a toda la humanidad. Entonces tienen la excusa perfecta para devorar tres tabletas de chocolate con avellanas y caramelo por dentro en un abrir y cerrar de ojos. No tendrás tiempo de pestañear una vez, que ya habrán digerido las tres tabletas. Y vigila que no te confundan con un carbohidrato, porque si lo hacen, ya puedes echar a correr.
Los humanos siempre queremos soluciones rápidas y que no nos supongan ningún esfuerzo, pero las cosas no funcionan así: en la vida hay que hacer esfuerzos mucho peores a diario (como aguantar las insolencias de tu jefe o evitar caer en una depresión profunda después de hacerte un selfie sin filtros o, simplemente, tener que aceptar que la persona que se ha sentado a tu lado lleva tres meses sin ducharse). Al menos alimentarte bien y hacer ejercicio físico regularmente beneficia tu salud y hace que te sientas mejor contigo misma, y lo que es más importante: que veas la regla como una aliada y no como un enemigo. Y para quienes se lo preguntan y no se atreven a preguntarlo: sí, con la regla se pueden tener relaciones sexuales muy placenteras. Lo digo por aquellos hombres que se asustan cuando oyen la palabra regla o por aquellas mujeres que les da vergüenza que sepan que tienen deseo sexual cuando están menstruando. Y sí, puedes quedarte embarazada si tienes relaciones sexuales con la regla. Espero que os haya gustado mi punto de vista sobre la regla y que, a partir de hoy, la veáis más como una oportunidad para estar bien que como un castigo divino.