Catalunya tiene un vicepresident en funciones que hace las funciones de presidente y, al mismo tiempo, es el president in pectore. Tres en uno, mientras, nuestros diputados electos se lo van pensando. Seguro que todo el mundo está muy preocupado por esta incertidumbre. Seguro. Es verdad que quizás no tanto como con el plan de vacunación. El plan de vacunación masivo. Que de momento no tiene vacunas. Pero, en fin, no suframos, porque cubrirse de gloria no es una singularidad catalana. Incluso Angela Dorothea Merkel se equivoca y da marcha atrás en un plan muy extraño de declarar festivos los días que no lo eran de Semana Santa. Siempre podremos echarle la culpa de todo —incluso de que no haya gobierno— a Europa y a las farmacéuticas. Y esta vez, tal vez con razón.
Resulta que las autoridades italianas han encontrado 29 millones de dosis de AstraZeneca escondidas en la planta farmacéutica Catalent Pharma en Anagni, cerca de Roma. ¿Y qué hacían allí? Pues, según el diario La Stampa, estaban listas para ser exportadas a Gran Bretaña. Caramba. Viva el Brexit. No lo digamos muy fuerte, que ya sabemos que estar fuera de la UE era vagar por el espacio. Vacunados, eso sí. El caso es que la empresa se ha excusado diciendo que de las vacunas encontradas, 16 millones eran para la UE y 13 para COVAX, la organización que debe facilitar vacunas a los países pobres. No lo dudamos. Aunque resulta que parte de las dosis se habrían producido en la planta de Hallix en Leiden, en los Países Bajos, donde, según la Agencia Europea del Medicamento, todavía no se pueden producir, pero según las autoridades británicas, sí. Lo cual, como mínimo hace pensar que la relación de AstraZeneca con la verdad es dudosa. Y Europa se ha enfadado mucho. Muuucho.
Isabel Díaz Ayuso no sólo ganará en Madrid y ganaría en Barcelona y en cualquier capital de Europa, sino que pronto será paseada en procesión, con el alcalde José Luis Martínez Almeida como costalero
Mientras tanto, en Málaga, el alcalde Francisco de la Torre, del PP, dice que en Semana Santa se debe sacrificar la movilidad para que los turistas tengan espacios seguros. Claro que sí. Vacunas no llegarán, pero turistas sí. Los alemanes no pueden hacer turismo interno ni los españoles salir de su comunidad, pero Mallorca se llenará de alemanes, Madrid de franceses y Málaga de quien quiera el alcalde. Mucho decir que la revolución tecnológica ha acelerado no sé cuantos años y mucho dinero de Europa para cambiar el modelo económico, pero, de momento España continúa siendo un gran resort, con aeropuertos, autovías y trenes de primera, la primera línea de costa hecha una mierda y los centros de las ciudades convertidos en grandes escaparates que expulsan a los nativos.
Y, cuidado, porque Catalunya, con Barcelona, era el gran atractivo de los turistas. Pero la nueva lideresa está aplicando una doctrina de choque de manual y Madrid ya es líder en pernoctaciones hoteleras. Mientras en Barcelona vamos a la cama a las 10, el viernes llegan a Barajas nueve vuelos desde París, dos de Lyon, tres desde Munich, cinco de Roma y cinco de Milán. Una PCR 72 horas antes y hacia el objetivo: alcohol, tapas y fiesta. Cómo ha cambiado la Semana Santa en España. Bueno, en Madrid. Pero ya se sabe que Madrid es España dentro de España. ¿Qué es Madrid, sino España? Isabel Díaz Ayuso no sólo ganará en Madrid y ganaría en Barcelona y en cualquier capital de Europa, sino que pronto será paseada en procesión, con el alcalde José Luis Martínez Almeida como costalero, aclamados ambos por los "proveedores de la felicidad” que son los restauradores. The party is over, dijo The Economist a la derecha. The broma is over, dijo la izquierda. Comunismo o libertad, los corrigió Isabel.