Yo creo que un poco sí, por mucho que la dirección de TV3 diga que su intención es llevar el catalán al mundo. Si quieres llevar el catalán al mundo, llévalo, me parece fantástico, ¿dónde tengo que firmar?, pero no lo hagas con personajes que hablan mayoritariamente en castellano, porque el mundo lo malinterpretará. Ya es bastante complicado hacer entender al mundo que la lengua propia de Cataluña es el catalán, no se lo pongamos más difícil. Que yo sepa, el castellano es una lengua hablada por millones y millones de personas, no hace falta que la protejamos, ya se espabila sola, no necesita a los catalanes para sobrevivir, ya tiene sus propios métodos para hacerlo.
Para quien no lo sepa, Citas Barcelona es una serie producida por Amazon Prime Video con la colaboración de TV3 (la nuestra, o eso creíamos). Hasta aquí todo perfecto, el problema radica en que los productores decidieron que el castellano tenía que estar presente para que fuera más rentable (así la serie podría venderse más fácilmente en todos los países de habla castellana, que no son pocos). Dicho esto, entiendo el afán de hacer dinero de las grandes plataformas, forma parte de su talante; sin embargo, dejadme que os diga que esta excusa económica también es ilógica, porque, en la serie, también se habla catalán y tendrán que, o bien doblar la parte en catalán o bien poner subtítulos. Pero simulemos que nos tragamos sus argumentos. Lo que no me trago es que TV3 cuelgue la serie en TV3 a la carta, doblada al catalán (sin sonido ambiente, que parece que estés dentro de un submarino a trescientos metros bajo el agua, y con una interpretación de doblaje que queda deja bastante que desear) y en versión original, que es básicamente en castellano y el catalán aparece como un ay señor qué bonito.
Mirando la serie en versión original he tenido la impresión de que detrás de todo esto había una moraleja: en Cataluña se habla en castellano y os hacemos el gran favor de dejaros hablar en catalán de vez en cuando
Así que lo de llevar el catalán al mundo, no lo veo nada claro. Lo que veo claro es que el mundo entenderá que en Cataluña vivimos sometidos a una lengua dominante, que se llama castellano, y que el catalán es como la lengua graciosa, residual, que hace gracia oírla un poco, pero no mucho; y que los catalanes, cuando miren la serie en TV3, apagarán el televisor, porque nadie es capaz de aguantar este doblaje surrealista más de cinco minutos. Mirando la serie en versión original he tenido la impresión de que detrás de todo esto había una moraleja: en Cataluña se habla en castellano y os hacemos el gran favor de dejaros hablar en catalán de vez en cuando. Que este mensaje venga de España, me parece coherente, pero, que venga de TV3 —la televisión de Cataluña, creada para que fuera íntegramente en catalán para proteger una lengua amenazada desde hace años—, me rompe el corazón y me llena de indignación.
Soy filóloga y amo todas las lenguas. Las lenguas no solo sirven para comunicarse, también contienen culturas. Si matamos una lengua, matamos una cultura. Por eso es tan importante preservar todas las lenguas, priorizando las que corren más riesgo de desaparecer, y todo el mundo sabe que, aquí, quien corre el riesgo de desaparecer no es el castellano. Así que lo siento, pero no me sirve ni la excusa de Amazon ni la de TV3, y no me haréis cambiar de opinión.